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Existe una historia de desencuentro entre el Real Madrid y el Valencia desde que los blancos les arrebataron a Pedja Mijatovic. El delantero estaba triunfando con el equipo ché pero Lorenzo Sanz se inmiscuyó en su trayectoria y se lo llevó al Santiago Bernabéu. Desde entonces la relación entre el Valencia y el Real Madrid se deterioró y, aunque desde la capital española no hagan demasiado caso a esta rivalidad, en Mestalla nunca son bien recibidos los blancos, ni para los partidos ni para los fichajes. De hecho, prefieren vender un jugador a casi cualquier equipo antes que al Real Madrid. Por eso intuimos que la negociación entre clubes por Rodrigo Moreno será muy difícil.

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Según explica Vicent Chillet en su libro Maradona de Humauca, los valencianistas sacan su orgullo provinciano contra el Real Madrid y luchar contra ellos es como quejarse ante la baja financiación que ha tenido históricamente la Comunidad Valenciana. Esto es llevado a las negociaciones entre clubes y a que pese a que el Real Madrid se haya interesado por las estrellas emergentes de los valencianistas, ni en la época en la que el club necesitaba vender sus jugadores acabaran camino de Chamartín. De hecho, el único que lo hizo fue Raúl Albiol.

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El central, previo pago de 15 millones de euros, abandonó el Valencia, club en el que se había criado, para fichar por el Real Madrid en julio de 2009. Esta ha sido la única transacción entre clubes que termina camino a Madrid desde Mijatovic. En el camino inverso sí que ha habido más traspasos y algunos futbolistas, como Mata, han terminado siendo héroes de Mestalla. El camino demuestra que será difícil, pero si Rodrigo quiere y el Real Madrid está dispuesto sobre la mesa, este verano podríamos vivir un nuevo fichaje.