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La nueva edición de LaLiga trae consigo también novedades en la normativa de la competición. Una de ellas resulta sorprendente en relación a las mascotas de los equipos, que no pueden ser mucho más grandes que una persona.


Hace días se daba a conocer la normativa audiovisual de la competición, que fija detalles como el mínimo de asistencia en la grada donde enfocan las cámaras de televisión y las excepciones y sanciones de la medida, por ejemplo. Recientemente se han sabido otros detalles, que afectan incluso a las mascotas de los clubes. Estas no podrán estar en el terreno de juego durante el partido, teniendo visibilidad al principio, descanso y final del mismo. 

El animal u objeto de cada entidad podrá tener un tamaño "ligeramente superior al de una persona". De este modo, se reducirá la talla para que el disfraz sea más sencillo de llevar. Ahora los periquitos del Espanyol o el murciélago del Valencia, entre otros, tendrán que revisar sus dimensiones si quieren estar presentes para animar a la afición a pie de campo.

Este tipo de estipulaciones en el reglamento no dejan de ser curiosas y, en ocasiones, incomprensibles. Cuesta imaginarse el motivo por el que se da importancia a este tipo de cosas, pero seguro que los encargados de acordar estas medidas saben los motivos para establecerlas.

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