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El Real Madrid ha dado el primer paso para intentar conseguir volver a ganar la Champions League. Parece una hazaña más que imposible, pero el club blanco ha demostrado que tratándose del Madrid puede pasar cualquier cosa. Parecía complicado que ganasen dos consecutivas y era impensable cosechar tres seguidas, pero ahí ha quedado para la historia. De conquistar esta sería la decimocuarta en su palmarés, cuarta seguida y quinta de las últimas seis que ha disputado. Casi nada.

No sabemos si por los contactos de Florentino Pérez con la UEFA o simplemente por la casualidad de las bolas del sorteo que decidieron entre Kaká y Forlán, pero el caso es que el conjunto madrileño ha quedado encuadrado en uno de los grupos más asequibles para los grandes. Se enfrentará a Roma, CSKA Moscú y Viktoria Plzen.

Un grupo en el que en teoría ninguno de los tres debería siquiera toser a los blancos. Y es que lo más complicado que tendrá será la salida al Olímpico de Roma en la penúltima jornada en la que el Madrid podría llegar incluso ya clasificado de manera matemática y el viaje a Moscú para jugar ante el CSKA en el segundo partido del grupo, en este caso más que nada por el ambiente que se vivirá con los siempre problemáticos aficionados rusos. No obstante, el Madrid ya tiene un precedente en este estadio, el empate a uno que cosecharon en los octavos de final de la Champions del 2011/2012, por lo que Lopetegui trabajará mucho para que no sobrepase a sus jugadores el ambiente que se vivirá en el templo del CSKA.

Si solventa esos dos duelos con un resultado positivo, todo hace indicar que será primero de grupo y se asegurará jugar contra un segundo en los octavos de final de la presente edición. Y es que el CSKA y sobre todo el Viktoria Plzen no supondrán una amenaza para la gran plantilla con la que cuenta Lopetegui. La entidad checa es el vigente campeón de su Liga y lleva este curso seis victorias en seis choques, pero no tienen un gran recorrido en Europa y la temporada pasada en la Europa League no pudieron pasar de los octavos de final, siendo eliminador por el Sporting de Lisboa.

Pese a la teórica facilidad del grupo, el Madrid no deberá relajarse y pensar desde el primer momento que lo tiene hecho. Las victorias hay que trabajarlas ante cualquier equipo y más en una competición como la Champions League, en la que cualquiera te puede pintar la cara si sales demasiado confiado. Además, ya no tiene a Cristiano Ronaldo, jugador que temporada tras temporada batía récords goleadores en su competición preferida. Ahora el gol hay que repartirlo. Pero lo cierto es que el grupo que le ha tocado al Real Madrid invita a la ilusión y al optimismo. Otra cosa serán luego las eliminatorias.