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La Copa Libertadores es así. No te deja caer. No te da tiempo para lamentarte. Te obliga a levantarte y River no tiene otra opción que apostar por la remontada. Es la hora de confiar y de creer en este equipo. Motivos sobran.

Si bien muchos hinchas se habrán ido a dormir amargados tras la derrota, seguramente hoy amanecieron con esperanzas. Se lo deben a este equipo, que supo ganar en la Bombonera, que viene de eliminar a Racing y a Independiente y que sabe jugar estos partidos.

También hay que creer en el Muñeco, que demostrará que puede aprender del partido de ayer y regalarle al pueblo Millonario otra noche soñada. Si, es imposible no recordar el antecedente contra Cruzeiro en la Libertadores del 2015. Derrota por 1-0 en el Monumental y victoria 3-0 en Belo Horizonte.

A diferencia de lo que está acostumbrado, River viajará a Porto Alegre sabiendo que no es candidato. Irá de punto y le tocará enfrentar a un rival que viene de ganar la última Copa Libertadores. Las estadísticas marcan que casi nunca pierde en casa, que convierte muchos goles y que prácticamente no le marcan.

Este River, el de Marcelo Gallardo, sabe muy bien cómo romper estadísticas. Este equipo está dispuesto a seguir marcando una era y en Brasil tendrán una cita con la historia. Es la hora de confiar Millo.