Skip to main content

La inestabilidad se ha hecho ley en los banquillos del Santiago Bernabéu. La climatología Florentino solo entiende de anticiclones y tiempo estable cuando aparece el halo brillante de Zinedine Zidane. Mientras tanto, negras tormentas agitan el cielo de Madrid, que ya no conoce la calma. La directiva del Real Madrid, en un intento burdo por aparentar una calma que no tienen, anunciaron una renovación demasiado grande para Santiago Solari, un técnico que solo había demostrado su plan contra el Melilla y el Viktoria Plzeñ. Recordemos que contra el Valladolid ganó inmerecidamente y ante el Celta venció en superioridad. La humillante derrota en Ipurúa ha cuestionado esta decisión.

fbl-fra-wc-20-years-5bfbd90214d214cccf000016.jpg

Pongamos que hablo de Madrid, donde las niñas ya no quieren ser princesas, los niños persiguen el mar dentro de un vaso de ginebra y lo entrenadores ya no quieren ir. Hasta el siempre carismático Antonio Conte rechazó la petición del Real Madrid por entrenar al club, consciente del caos y la poca paciencia que gastan en el Bernabéu, además de la añoranza de Zidane y un techo demasiado alto hasta para el más preciado de los técnicos. El comedido y cortés Solari sí que aceptó, con mejores ruedas de prensa que fútbol y con un pasado sin buenos resultados en el Real Madrid Castilla. Con el añadido de intereses Vinicius por detrás. Una decisión que, desde un primer momento, no pareció ser demasiado reflexionada, más cuando llegó como quinta opción.

Y ustedes, leyendo este texto, probablemente piensen que como puedo pedir estabilidad en el banquillo del Real Madrid si, al mismo tiempo, estoy atacando el fichaje y la confianza en Santiago Solari, el pobre hombre que se ha encontrado un vestuario ansioso y unas capacidades defensivas que brillan por su ausencia. Bien, el Real Madrid debe encontrar esa estabilidad pero con un entrenador al que realmente otorguen su confianza, no con un parche que ya no logra tapar ni los agujeros atrás. Solo Benzema parece haber reaccionado, aunque en el último encuentro se quedó en fuera de juego.

fbl-esp-liga-celta-real-madrid-5bfbd989676a503aa2000051.jpg

La directiva del Santiago Bernabéu debe trabajar desde ya. Llegar a un acuerdo con Solari para finalizar su etapa a final de temporada y, si lo desea, que vuelva a hacerse cargo del filial y siga formándose. Mientras la temporada, ya casi insalvable en el campeonato liguero, transcurre, los despachos han de convertirse en un mar de llamadas en busca de un entrenador que fije la estabilidad. Su Cholo Simeone particular. Quién le iba a decir a los madridistas que tendrían que envidiar al vecino en un futuro tan próximo.