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Tras la marcha de Neymar, el FC Barcelona apostó por los fichajes de Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho para hacer olvidar al brasileño y confeccionar un equipo que luchase por todos los títulos. El joven extremo estaba considerado uno de los jugadores con un futuro más prometedor mientras que Coutinho venía de ser el líder del Liverpool. A golpe de talonario se convirtieron en los dos fichajes más caros de la historia del Barça, pero por el momento no han mostrado en el conjunto blaugrana su mejor versión y se espera mucho más de ellos.

Dembélé llegó primero en el verano de 2017. El Barça pagó al Borussia Dortmund 105 millones de euros y acordó otros 40 en variables, mientras que Coutinho fichó en enero de 2018 y se desembolsó por él la cifra de 120 millones más otros 40 en variables que fueron para el Liverpool.

Pese a que el francés llegó 6 meses antes, la grave lesión que tuvo en uno de sus primeros partidos ha hecho que los dos hayan participado en la misma cantidad de choques (17), si bien Coutinho acumula 1239 minutos mientras que Dembélé 1070, debido a que el primero ha sido más veces titular mientras que el extremo salió del banquillo en más ocasiones.

Tal y como ha recogido el diario Marca, curiosamente Dembélé está siendo más decisivo que Coutinho pese a las críticas que está recibiendo. Y es que acumula por ahora 7 goles y 3 asistencias (1 gol cada 152 minutos) mientras que Coutinho ha aportado 5 goles y 1 asistencia (1 gol cada 247 minutos).

En lo que sí gana el brasileño sobre su compañero de equipo es en la cantidad de pases y la efectividad en ellos. Coutinho ha realizado 902 envíos de los cuáles el 87,6% fueron buenos, mientras que Dembélé ha dado 515 pases con un 80,4% de efectividad. También es más efectivo el ex del Liverpool en centros al área (25% del brasileño por 23,1% del francés). En cambio, Ousmane regatea más y dispara menos pero con mayor efectividad que su compañero de equipo.

Lo cierto es que el club blaugrana sigue esperando mucho más de estos dos futbolistas, que aparecen en forma de chispazos, pero que no son capaces por ahora de completar una actuación completa durante los 90 minutos. El caso de Dembélé es especialmente preocupante. A los dirigentes del conjunto catalán no les está gustando nada la actitud del extremo y su vida fuera de los terrenos de juego. Ousmane está descentrado y no atiende a los consejos que le dan desde el seno del club. Muchos ya incluso piensan en venderlo. Aunque con lo que ha costado no sería nada fácil sacar un traspaso rentable.