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Estas fechas navideñas nos están dejando bonitos gestos en campos de fútbol alrededor de toda Europa. Este fin de semana algunos clubes, como por ejemplo el Real Betis, se unieron a la iniciativa de los peluches y sus aficionados lanzaron miles de ellos al campo durante el descanso. Una iniciativa que hizo famosa la afición del Feyenoord holandés, que año tras año, a principio de temporada, invita a grupos de niños y desde la grada superior les lanzan peluches provocando una auténtica lluvia.

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Sin embargo, el último detalle desagradable del mundo del fútbol antes de esta Navidad llega también desde la Eredivisie. Sucedió durante el encuentro disputado ayer entre el FC Utrecht y el Ajax de Amsterdam, que los de la capital se llevaron por un gol a tres, y tuvo como protagonistas a la afición local y al portero visitante.

Corría el minuto 61, el Ajax ya dominaba el partido con un 0-2 en el marcador y mientras atacaban en el campo rival, André Onana, que defendía la portería bajo la grada de ultras del Estadio Galgenwaard, se vio sorprendido por el lanzamiento de un petardo cerca suyo. El proyectil cayó a escasos metros del guardameta camerunés y explotó soltando además una nube de humo. También tuvo que sufrir el lanzamiento de varios vasos o latas de cerveza que cerca estuvieron de impactar contra él, que se tuvo que alejar de la portería para evitarlo.

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Un acto que empaña el civismo que tan a gala lleva el país europeo, sobre todo dentro del mundo del fútbol y el deporte. Un gesto que le saldrá caro seguramente al propio club de Utrecht y que esperamos no volvamos a ver en ningún terreno de juego. Un ataque que por suerte no fue a peor para el portero del Ajax, pero que podría haber acabado muy mal.