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Tras un año de dudas y críticas por la elevada cantidad que el Real Madrid había pagado por él, Vinícius llegó a Madrid. Acompañado de su padre, su tío y dos asesores Vini ya preguntaba que dorsal portaría a la espalda. Con el futuro siempre incierto de Bale, Vinícius preguntó por el 11. Un número que le acompañaba en las inferiores de Brasil. 

Con el futuro de Bale en el aire, le comentaron que aún no se sabía. No estaba obsesionado por el dorsal, pero sí le hacía ilusión no perder las tradiciones con las que triunfó en Brasil y así seguir con la tradición de los grandes extremos brasileños que triunfaron con el 11 a la espalda. 

Vinícius fue presentado sin dorsal y al contar con ficha del filial tuvo que conformarse con el 28, con el que debutó frente al Manchester United en agosto. Sí le concedieron el dorsal 11 en el Castilla. También preguntó por el 20, número que llevaba en el Flamengo.

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Ahora, el actual 28 del Madrid, confía en seguir trabajando y seguir teniendo la confianza de Solari y así seguir demostrando su valía frente a los 81.044 espectadores del Santiago Bernabéu. Él intuye que irá cambiando de dorsal según vaya aumentando su 'estatus' en el Real Madrid, aunque su fijación futura está en el 11 de Gareth Bale, debido a su rendimiento irregular y sus continuas lesiones. Bale y Vinícius ya no solo batallan por afianzarse con la titularidad; también está en juego el