Así es Nicolò Zaniolo, el joven de la AS Roma del que todos hablan
La AS Roma consiguió ganar ayer por dos goles a 1 al Oporto de Iker Casillas. Entre todos los futbolistas que disputaron el partido, un nombre sobresalió por encima del resto: Nicolò Zaniolo. El futbolista romanista, de tan solo 19 años, anotó un doblete y se convirtió en el jugador italiano más joven en marcar dos tantos en un solo partido en la historia de la Champions League. Hoy todos hablan de este joven centrocampista al que los romanos ya ven como el heredero de Francesco Totti, Il Capitano.
En Italia nadie conocía a Nico Zaniolo. El futbolista llegó a la Roma casi sin que nadie lo supiera, fue moneda de cambio en el traspaso de Nainggolan al Inter de Milán. El olfato de mercado de Monchi, incluyéndolo en la operación, lo llevó hasta la capital de Italia. El futbolista parecía estar destinado a salir cedido a la Serie B pero finalmente se quedó y está teniendo oportunidades con la Roma.
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El futbolista llegó sabiendo que su mayor posibilidad era la de salir cedido pero mostró su nivel en la pretemporada y llamó la atención de los técnicos romanistas. La posibilidad de salir a préstamo se eliminó y decidieron que estaba preparado para formar parte del primer equipo. Además, el estilo de juego de Zaniolo les recordaba mucho al de Totti, algo que también le ha ocurrido a la afición. Pronto se han ilusionado con él.
Nicolò Zaniolo es un centrocampista ofensivo que se siente cómodo entre las líneas, de gran envergadura pero con mucha calidad técnica. Sus regates son exquisitos, posee una elegancia para tocar el balón digna de los mejores del mundo y es capaz de volver locas a las defensas rivales. Además, no se amilana ante ningún rival ni ante ningún escenario. Llegó a jugar en el Santiago Bernabéu.
Desde Italia ya afirman que el futbolista, más pronto que tarde, podría llegar a jugar con la selección absoluta. Por el momento, es un habitual en las categorías inferiores, con las que ha jugado una final del campeonato europeo sub 19. Su progresión es incuestionable; desde que llegó a la Roma su valor de mercado ha ascendido de uno a diez millones de euros.
