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El FC Barcelona consiguió una espectacular remontada ante un Sevilla que se puso por delante en dos ocasiones y que tuvo la victoria en su mano. Tras una mala primera parte, los cambios de Valverde y las lesiones en el Sevilla revolucionaron el partido. Messi se salió con un 'hat-trick' y Suárez puso la puntilla.

LO BUENO: Los tres golazos de Messi

Partido muy complicado para el conjunto blaugrana ante un Sevilla muy intenso que llevó la iniciativa en muchas fases del partido. Tanto es así que los hispalenses se adelantaron en el marcador hasta en dos ocasiones con goles de Navas y Mercado. No obstante, Messi reaccionó bien y tiró del equipo para conseguir empatar el marcador con dos auténticos golazos y después consiguió ganar el encuentro con un tercero.

En el primero aprovechó un centro a media altura de Rakitic para empalar una volea con la zurda ante la que no pudo hacer nada el portero local. En la segunda parte dejó otra obra de arte después de un centro de Dembélé. Esta vez marcó con la derecha y la puso en la misma escuadra cuando más lo necesitaba su equipo. Por último, tiró de sangre fría para conseguir la victoria picando el balón por encima del portero.

LO MALO: El Barça cometió demasiados errores en el primer tiempo

La disposición táctica de los jugadores del Sevilla hizo que en el centro del campo los de Machín tuvieran superioridad numérica de futbolistas. En este sentido, cada vez que los mediocentros del Barça recibían el balón tenían hasta dos rivales encima presionando, lo que llevó a los azulgranas a cometer demasiados errores.

Además, sin el balón no pudieron ejercer la presión de la mejor manera y sufrieron varias contras en las que tuvieron inferioridad, como por ejemplo el primer gol del Sevilla, en el que una pérdida de Messi al borde del área y una mala presión de Busquets y Arturo Vidal provocó un contragolpe de tres jugadores locales contra dos visitantes que finalmente acabó en el tanto de Jesús Navas.


LO FEO: La pasividad de los jugadores del Barça en el segundo gol del Sevilla

Lo más feo del encuentro se vio en el segundo tanto del Sevilla, al filo del descanso, en el que los jugadores del Barça pidieron fuera de juego. Tanto lo pidieron que muchos de ellos se quedaron parados pese a que el juez de línea nunca levantó la bandera. Ante tanta pasividad se aprovechó Mercado para adelantarse a los defensores del Barça y definir con el interior ajustado donde no pudo llegar Ter Stegen.