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El equipo azulgrana no pudo revalidar el título conquistado el año pasado ante un nuevo rival, el Girona que se convierte en campeón de Cataluña por primera vez en un partido repleto de suplentes y con tintes de amistoso.


Este miércoles se disputó la cuarta edición de la Supercopa de Cataluña en el Nova Creu Alta de Sabadell entre el FC Barcelona y el Girona, los dos mejores equipos catalanes de la pasada temporada.

Ernesto Valverde dejó a los pesos pesados en casa y tan sólo llevó a siete jugadores del primer equipo, mientras que Eusebio Sacristán tiró de suplentes en un partido que sirvió de escaparate para aquellos jugadores que no han tenido oportunidades a lo largo de la temporada.

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El encuentro careció de intensidad y de ocasiones, sobretodo en la primera parte, donde el Barcelona dominaba el esférico mientras que los de Sacristán aguardaban para salir a la contra. En los segundos 45 minutos el Girona buscó la victoria con más ímpetu y orden, y fue el equipo gerundense el que golpeó por primera y única vez. En el minuto 69, Stuani transformó un penalti cometido sobre Portu para poner el 0-1 en el marcador. El Barcelona buscó el empate en los últimos minutos con un remate al larguero de de Aleñá pero el marcador ya no se movió y el Girona se alzó con la primera Supercopa de Cataluña de su historia.

Este torneo se creó en el año 2014 y desde entonces se han disputado cuatro ediciones. En todas ella ha participado el FC Barcelona que se proclamó campeón en 2014 y 2018, y subcampeón en 2016 y 2019. El Espanyol es el segundo equipo con más participaciones, tres, con una victoria en 2016 y dos subcampeonatos.

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