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No todo en el fútbol es bueno, ni mucho menos. Ayer vivimos un Clásico escocés entre el Celtic y el Rangers, y hubo varias agresiones en el partido. Una de ellas, quizás la más llamativa, fue un puñetazo en la cara, y ni siquiera tuvo sanción.

El puñetazo fue propinado por Ryan Kent, y recibido por el capitán del Celtic Scott Brown. La acción viene tras un vacile de Brown con el balón del futbolista del Celtic, al que Kent reaccionó golpeándole en la cara. Lo más grave es que Kent salió impune de la jugada.

Sin duda una acción lamentable que debió ser sancionada, pero no fue la única del partido. El partido estuvo plagado de acciones polémicas, con muchas patadas y juego brusco.  Hubo una tarjeta roja y 5 tarjetas amarillas. 

Es cierto que El Clásico escocés ha venido a menos en el último tiempo debido a que el Rangers ha estado en otras divisiones, pero se ha vivido con una intensidad tremenda.