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La especulación que vincula al centrocampista con un movimiento hacia el Santiago Bernabéu creció la semana pasada después de que el internacional francés sugiriera que sería "un sueño" jugar para los gigantes españoles. 

El DT recientemente instalado, Zinedine Zidane, avivó las llamas y lo invitó al cuadro merengue, cuando sienta que su capítulo en el Manchester United esté cerrado.

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Ole Gunnar Solskjaer no tardó en aclarar, en una rueda de prensa que "No me gusta que los jugadores hablen de otros clubes, pero fue mientras estaba con su selección. Es un entorno diferente, los jugadores son más accesibles, fue una charla general". 

Luego de esto agregó que "Paul es un hombre muy amable y educado, y respondió una pregunta sobre Zidane, que es un icono en Francia, un fantástico entrenador. Contestó cortesmente a esa pregunta pero Paul está feliz y va a ser una pieza fundamental del proyecto que que estamos creando y eso no ha cambiado en absoluto".


El entrenador oriundo de noruega puso paños de agua fría para evitar polémicas. Él sabe que la amenaza es real, por lo que prefiere apagar el tema y concentrarse en lo importante: ganar la Champions League.