El Barcelona hace aguas sin Piqué
El ansiado descanso de Gerard Piqué llegó ayer en Villarreal. Después de haber disputado todos los minutos de Liga hasta ahora, el central azulgrana se quedó en el banquillo y su suplencia no pudo llegar en un momento peor para el Barcelona. El defensa tuvo que ver cómo su equipo naufragaba ante el submarino amarillo en un partido donde el los azulgranas mostraron una fragilidad defensiva inusual y estuvieron a punto de salir derrotados.
A lo largo de la temporada Piqué ha estado a un gran nivel y ante el Villarreal quedó claro por qué es actualmente el mejor central de la plantilla. Da igual si hace de pareja con Umtiti o con Lenglet, él es el que tira de la zaga y cuando falta algo falla. Ayer los dos franceses no fueron capaces de contener a los delanteros del Villarreal y ninguno de ellos demostró el aplomo y la jerarquía que tiene Piqué sobre el terreno de juego, poniendo de manifiesto que la "piquedependencia" también existe.
Manuel Queimadelos Alonso/GettyImages
El tramo duro de la temporada para el Barcelona apenas acaba de comenzar. Con LaLiga prácticamente en el bolsillo, los cuartos de final de la Champions y la final de la Copa del Rey asoman en el horizonte, y entre los jugadores que deberán ser insustituibles para Valverde en esos partidos cruciales aparece el central. Piqué no sólo le da al equipo más seguridad defensiva sino también una dosis extra de energía que no tienen todos los jugadores. Los galones que tiene el central en este equipo se notan incluso cuando no está.
El partido de Villarreal ha sido un accidente que no debe repetirse y una vez que Piqué regrese al once para el choque ante el Atlético de Madrid la zaga azulgrana volverá a mostrar la misma seguridad que en partidos anteriores. Pero esta dependencia de Piqué puede crearle más de un dolor de cabeza a Valverde cuando decida darle descanso, como ocurrió en el estadio de La Cerámica. Un equipo como el Barcelona no puede depender atrás de un sólo hombre ni aunque sea uno de los mejores del mundo en su posición.
Maja Hitij/GettyImages
De momento Piqué aguanta y seguirá siendo el líder de la defensa, pero el resto de centrales de la plantilla tienen que dar un paso al frente para que el equipo no naufrague cuando su líder no esté sobre el terreno de juego.
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