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Dicen que la mejor defensa es un buen ataque. Pues en el partido de ayer que enfrentaba al Paris Saint Germain con el Estrasburgo, esta máxima se vio cumplida en cierto sentido, pero al revés. 

Con 1-1 en el marcador, corría el minuto 27 de partido cuando en una jugada de ataque del líder de la Ligue 1 Nkunku definía suavemente con una vaselina ante el portero. El balón se dirigía directo a puerta cuando en el último instante evitó el gol...¡su compañero! Choupo-Moting intentó remachar la jugada del joven delantero galo y lo que hizo en lugar de eso fue evitar el gol de manera inexplicable. 

El camerunés, que había marcado el tanto que había puesto por delante a su equipo, se hizo un lío con el balón y dejó el mismo sobre la línea de gol. Nadie daba crédito a lo que acababa de pasar en el Parque de los Príncipes y la cara de Choupo-Moting era un poema. No se quedaba atrás el semblante de Mbappé en el banquillo del conjunto local. Había tenido lugar una de las jugadas cómicas del año.

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Al final la jugada resultó decisiva, para mal, para el Paris Saint Germain. Apenas unos minutos después el Estrasburgo marcaba el 1-2. El conjunto de la capital francesa se habría proclamado campeón si hubiera ganado el partido. Consiguió empatarlo a diez minutos de la finalización, pero no pudo darle la vuelta y tendrá que esperar al menos una jornada más para levantar el título doméstico. 

Choupo-Moting es suplente habitual en el conjunto francés y había entrado en la rotación de Tuchel para sustituir las bajas de Neymar o Cavani. El brasileño aún se está recuperando de su lesión y el uruguayo descansó, en una temporada muy cargada de partidos a pesar de la eliminación en octavos de Champions ante el Manchester United. Para alivio de Choupo-Moting están los 20 puntos de renta que saca su equipo al segundo clasificado en la tabla, el Lille.