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Desde que Pablo Pérez, ex capitán de Boca Juniors y actual jugador de Independiente, declaró en Podemos Hablarque hubiera preferido ganar el Mundial de Rusia 2018 con la Selección Argentina antes que la final de la Copa Libertadores ante River con el Xeneize, muchos protagonistas del fútbol le salieron a la yugular.

El más duro sin dudas fue el "Patrón" Bermúdez, multicampeón con el club boquense, quien desmereció al volante y aseguró que La Bombonera se olvidará rápidamente de su paso por la institución. 

¿Se puede discutir a Pérez por su sincera frase, que podría haber evitado diciendo que no tenía ganas de elegir entre las opciones o asegurando que hubiera querido las dos cosas por igual? Sí, se puede.

Ahora, ¿quién dice que por el hecho de haber sido capitán de Boca en la recordada final perdida ante el clásico rival sí o sí tenía que elegir esa opción, si ni siquiera es hincha del club?

La gente tiene que entender que los jugadores son profesionales, y se desempeñan en su trabajo como muchos otros. Si bien aquí es imposible comparar algunas profesiones, ya que el fútbol es una pasión y hay muchos fanáticos que depositan sus emociones allí, también hay que saber que ellos cumplen con su función y muchas veces no tienen los mismos sentimientos de los hinchas.

Si bien cuando terminó de contestar la pregunta Pablo Pérez afirmó que la Selección no se compara con nada y que defender la camiseta del país es lo máximo, habría que preguntarle su elección si el equipo con el que ganara la Libertadores fuese Newell's Old Boys, el club de sus amores.

En caso que vuelva a preferir el combinado nacional, nadie podría juzgarlo ni tildarlo de "pecho frío", "amargo", "cagón", o cualquiera de esas barbaridades que uno no para de leer.

Cada uno puede tener su pensamiento, y personalmente también elegiría ganar la Libertadores con mi club antes que el Mundial, pero lejos estuvo Pérez de decir una barbaridad como muchos quieren hacer notar. Vivan y dejen vivir...