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Esta mañana se conoció el fallecimiento de Julio César Toresani, exfutbolista que pasara por RiverBoca, Independiente, Colón y Unión, entre otros equipos del fútbol argentino. Su cuerpo sin vida fue hallado en la sede de la Liga Santafesina de Fútbol y todo indicaría que se trató de un suicidio. Toresani, de 51 años, atravesaba una profunda depresión, serios problemas económicos y se encontraba alejado de su familia.

El Huevo, como era conocido en el mundo del fútbol, fue campeón con River en la década de los '90, pero por lo que más se lo recuerda es por una anécdota qiue protagonizó junto a Diego Armando Maradona.

El 7 de octubre de 1995, el Boca de Diego recibía en la Bombonera al Colón de Toresani. Maradona volvía a jugar después de cumplir una sanción de 15 meses por el doping positivo en el Mundial de 1994. Con el partido 0 a 0, Claudio Paul Caniggia le dio una dura patada a Dante Unali, lo que provocó que varios jugadores del Sabalero fueran a protestarle a el árbitrio, Francisco Lamolina.

Uno de los que fue a buscar al juez fue Toresani, a quien no le importó la amarilla que ya tenía. Maradona intervino y se generó una discusión. Lamolina comenzo a repartir amarillas y una le cayó al Huevo. Al ser la segunda, terminó siendo expulsado.

"A mí me echó Maradona", aseguró Toresani en una nota posterior al partido. "Y lo que diga cuando escuche esto no me importa un carajo. Quisiera tenerlo en frente a ver si me dice las cosas como me dijo que después del partido me iba a agarrar. Esta bien, yo me la banco, lo iría a buscar hasta la casa", agregó.

Y ahí nació una de las más célebres frases del 10: "A Toresani le dije en la cancha que yo vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. No tengo ningún problema en que me venga a buscar porque estoy cansado de estos 'de pico', que de la boca para afuera son todos guapos, pero cuando hay que poner la cara (…) A Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso, y vamos a ver si me dura treinta segundos".

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Las provocaciones quedaron en eso y la pelea nunca se llegó a dar. Eso sí, al año siguiente, Toresani pasó a Boca y compartió la azul y oro junto al mejor de todos los tiempos.