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Marcelo Bielsa es un revolucionario del fútbol. Conocido como ‘El Loco’, el mote no le viene por casualidad. Desde sus inicios como técnico ha demostrado ser diferente, con una filosofía de juego muy arraigada y unos principios que no está dispuesto a saltarse. Estos principios actuaron en el encuentro entre su equipo, el Leeds United, y el Aston Villa. Los suyos se adelantaron aprovechándose de que un jugador rival estaba en el suelo y, tras el gol, Bielsa pidió perdón y ordenó que se dejaran marcar el tanto del empate.

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Todo comenzó en el minuto 70. Un balón dividido terminó con un jugador del Aston Villa, equipo que actuaba como visitante, en el suelo. El futbolista no se levantó y el Leeds siguió jugando. Desplazó el balón hacia la derecha y los visitantes dejaron de correr, pidiendo que lanzaran el esférico fuera. El balón llegó a Mateusz Klich, que lejos de parar el avance de la jugada, terminó chutando y adelantando a los suyos.

Los minutos posteriores al gol fueron protagonizados por una tangana. Los locales advertían de que ellos no tienen por qué tirar el balón fuera y los del Aston Villa les recriminaban su gesto antideportivo. Ahí entró en acción Marcelo Bielsa. El entrenador llamó a los suyos y les exigió que se mantuvieran quietos y dejaran al Aston Villa anotar un gol a placer.

El gesto de Fair Play del Loco Bielsa está dando la vuelta al mundo. El ex entrenador del Athletic se estaba jugando el segundo puesto. En el penúltimo encuentro de liga, la victoria les hubiera dejado a tres puntos del segundo. Prefirieron el Fair Play el encuentro terminó en empate. El gesto del que hoy todo el mundo habla.