El gran reto de Neymar es ganar la Champions League con el PSG

Mucho tiempo se habló de Neymar, como el siguiente jugador en ganar el Balón de Oro después de la tiranía que han impuesto Messi y Cristiano. No lo será tras la conquista de Modric, pero es que a este ritmo tampoco logrará ganar uno solo.

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Llegó al Barça para ganar en Europa y lo hizo. Amparado bajo la figura de Messi, conquistó el triplete en 2015. Dejó motivos para el optimismo y él mismo se los creyó, tanto que asumió el reto de reinar en el viejo continente con el PSG.

Tras dos temporadas, afronta ahora la tercera y en la Champions se puede afirmar literalmente que no ha hecho nada. Sería injusto no reconocerle que no estuvo, que estaba en la enfermería, pero el PSG lo convirtió en el fichaje más caro de todos los tiempos, y lo hizo para que brillara en noches como esas, no para que estuviera en la enfermería o de fiesta.

Sigue siendo su gran reto y en su mano está. Por edad, está en el momento justo, en su plenitud física y tiene todavía tiempo y oportunidades para rebelarse y demostrar quién puede ser. Ya ganó la Champions, pero no era el líder indiscutible y aunque brilló por tramos incluso por delante de Messi, los focos se los llevó éste y no él.

En el PSG la historia es distinta, o de momento lo sería. Mbappé le ha ganado mucho terreno como líder del plantel, pero si se queja y pide más responsabilidades, es porque Neymar es el principal reclamo del equipo. Ya tiene dos Ligue 1, pero ganar una Champions League con el PSG lo elevaría al Olimpo del fútbol. Le daría al fútbol galo un título que solo ha ganado en una ocasión - Marsella, 1993 - y pondría a la entidad parisina en el lugar que, por inversión dineraria, debe de estar.

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Él mismo debe de ser consciente de ello, sino, ya habría forzado la maquinaria para salir del equipo parisino. Ya lo hizo en el Barça y poniendo millones por delante, no debería de suponerle un problema insuperable. En el Real Madrid se le abrirían las puertas de par en par, pero si de verdad quiere ser un grande, el gran reto de su carrera es llevar al PSG a lo más alto de Europa.