Marcelo es el mayor ejemplo de madridismo y debe seguir en el club
El Real Madrid tiene prácticamente cerrado el fichaje de Ferland Mendy, una de las sensaciones de la temporada en la Ligue 1 que ya sabe lo que es vestir la camiseta de la Campeona del Mundo. La llegada del lateral de tan solo 24 años provocaría un overbooking de futbolistas en esa banda izquierda y ante esta situación la salida de uno o dos de ellos estaría más que justificada.
Los tres candidatos a hacer las maletas serían entonces Marcelo, Reguilón y un Theo Hernández que regresaría de su cesión en la Real Sociedad. El francés será el primero en la rampa de salida y el español ha manifestado en varias ocasiones su interés por continuar como jugador blanco tras dar el salto a la primera plantilla este curso. En Madrid, ante tanto fichaje, necesitan hacer caja y la salida del brasileño sería la más apropiada, pero qué debe hacer el club con él.
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El lateral de Río de Janeiro llegó al equipo madridista en 2006, con 18 años y como el relevo generacional de Roberto Carlos. En sus primeros años se le ofreció la posibilidad de salir cedido para formarse y tener minutos pero decidió que el mejor lugar para ser el mejor era allí, a la sombra de uno de sus referentes. Poco a poco Marcelo se ganó el puesto hasta convertirse en titular indiscutible, negando cualquier opción a los futbolistas que llegaron tras él para cubrir ese mismo puesto que lleva desempeñando casi 13 años.
Marcelo se ha convertido en todo este tiempo en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo, si no el mejor. Si bien es cierto que en las últimas temporadas ha recibido más críticas que halagos por su corte ofensivo y sus debilidades en defensa, el brasileño sigue siendo un jugador que marca las diferencias siempre que tiene la oportunidad.
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Más allá de su rendimiento, sobre el cual Roberto Carlos afirmó ayer mismo que puede mantener siete años más en un alarde de confianza en su pupilo, Marcelo se ha convertido en todo un símbolo del madridismo y siempre que puede aprovecha para dejarlo claro. No son muchos los goles que marca, algo lógico contando con que es defensa, pero cada vez que sus disparos cruzan la línea de gol y se señala el escudo la afición enloquece.
Ahora que llegan nuevas estrellas a Madrid la presencia de un futbolista como Marcelo es indispensable por eso el club no debería plantearse ni lo más mínimo dejarle marchar. Él es el primero que quiere quedarse y luchar por demostrar su mejor nivel de nuevo para seguir haciendo las delicias de su público. Y en un vestuario que se renueva hace falta un hombre que sea líder y amigo, pero sobre todo alguien que sea el mejor ejemplo de aquello que decía Di Stefano: "Nunca olvides que para llevar este escudo, primero hay que sudar la camiseta".
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