Hakan Sukur: de héroe de la selección turca a exiliado acusado de pertenecer a un grupo terrorista
El exdelantero es una leyenda de la selección turca y tras mantener desavenencias con el gobierno de Erdogan ahora vive exiliado en Estados Unidos donde regenta una cafetería.
Muchos recordarán su nombre, Hakan Sükür. El exdelantero turco hizo historia al anotar el gol más rápido en la historia de los mundiales, tan sólo le hicieron falta 10 segundos para batir a la selección de Corea del Sur en el año 2002 y llevar a su selección hasta su mejor puesto en un Mundial, tercer clasificado.
Sükür es una auténtica leyenda de la selección turca y el máximo goleador de su historia con 51 tantos. Pero a principios del Siglo XXI cuando era un héroe nacional, nadie se imaginaba que su vida daría tantas vueltas.
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A Sükür siempre le interesó la política y una vez que colgó las botas se dedicó a su gran pasión siendo elegido miembro del Parlamento turco por la formación política AKP, el partido del actual presidente Recep Tayyip Erdogan, en el año 2011. Sin embargo tras dos años en el cargo decidió renunciar por los escándalos de corrupción y por su lealtad a Fethullah Gülen, predicador islámico, activista político y creador del Movimiento Gulen, conocido como Hizmet en los años 60. En aquel momento su amistad con Erdogan se rompió y el exjugador rompió su afiliación al AKP continuando con su carrera política como independiente.
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En 2015, Hakan Sükür fue acusado de insultar al presidente Erdogan en Twitter referentes a un escándalo de corrupción, y se exilió a Estados Unidos.
En 2016 se produjo un intento de golpe de Estado en Turquía y Erdogan acusó a Fethullah Gülen, quien se exilió a Estados Unidos en 1999, de estar detrás de aquello, y calificó a Hizmet como una "organización terrorista" (FETO). En agosto de ese mismo año el gobierno emitió una orden de captura contra Hakan Sukur, por sus lazos con FETO, por lo que no puede volver a Turquía.
Actualmente el exjugador vive en Palo Alto, California donde regenta una cafetería, el Tuts Bakery, lejos de las tensiones políticas que se viven en su país.
"La oscuridad no dura para siempre. Confío en que un día regrese la luz. Hubiera tenido una buena vida si hubiera hecho lo que ellos querían. Desafortunadamente ellos (el gobierno) han controlado a los medios para manipular la percepción que tiene la gente sobre mí. Tal vez un día regrese, pero por ahora vendo café", manifestó en una entrevista para The New York Times.
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