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Para que un equipo como River se vaya al descenso tiene que hacer absolutamente todo mal. Desde dirigencias ineptas que se encargaron de vaciar el club, hasta jugadores y entrenadores que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

Fueron tres temporadas negras y el desenlace podía tener solamente un final: el descenso. Los hinchas lo vivieron como la mayor tragedia futbolística de la historia. Seguramente lo siga siendo. Pero el tiempo puso todo en su lugar y la gente aprendió a ver con otros ojos esa experiencia.

Desde que regresó a primera, el Millonario parece haber cambiado el rumbo de su historia. Duplicó la cantidad de títulos internacionales, cambió la racha contra Boca, aprendió a jugar en la Bombonera y hasta consiguió tener mística copera.


El descenso fue el infierno y pocos podían imaginar lo que iba a pasar años después. ¿Qué podía hablar un hincha de River con uno de Boca? Si ellos tenían más títulos internacional, la paternidad era abismal y nunca habían descendido.

Tocar fondo, en el fútbol como en la vida, obliga a generar una especie de refundación. Empezar de 0. Cambiar absolutamente todo lo que se venía haciendo mal. Y eso fue lo que hizo River.

Hoy, mientras disfrutan del momento más glorioso de la historia del club, mientras se acuerdan de la final de la Copa Libertadores que le ganaron a Boca, mientras ven como se agranda la leyenda de Marcelo Gallardo como entrenador, el hincha de River ve al 26 de junio con otra mirada.

Sigue siendo trágico. Sigue siendo un día negro en la historia del club. Pero ese día, queridos amigos del Millonario, fue realmente importante para que estén viviendo semejante gloria. ¿Conociste el infierno? Hoy estás tocando el cielo con las manos. Y te lo merecés. Aprendiste que el fútbol da revancha y hoy, en un nuevo aniversario, capaz entiendas que fue algo necesario.