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Esta última semana Miguel Herrera ha estado muy ansioso por traer de vuelta al América a Diego Reyes, quien partió del Nido tras coronarse campeón en aquella final épica contra Cruz Azul en el Torneo Clausura 2013, desde ese entonces se la ha pasado deambulando en el Viejo Continente teniendo sus inicios en el Porto B de Portugal.

La realidad es que el trayecto del defensor en el Viejo Continente ha ido de más a menos, pues donde logró mayor consolidación fue con los Dragones, junto al resto de sus compatriotas, así como en la Real Sociedad y el Espanyol de Barcelona, no obstante, entre lesiones y baja de juego poco a poco fue dejado de tomar en cuenta por sus técnicos.

En los últimos dos años basta con ver sus números para darse cuenta que necesita cambiar de aires o pensar seriamente en volver a suelo azteca, con el Fenerbahce de Turquía, dueño de su carta, apenas participó en ocho compromisos y con el Leganés de España, donde se esperaba fuera un titular indiscutible, tampoco acabó de convencer y únicamente fue utilizado en seis cotejos, sin saber realmente qué depara su futuro.

Sin embargo, él mismo ya manifestó que no tiene interés alguno por volver a la Liga MX en estos momentos tras escuchar el interés de Tigres y el equipo que lo vio nacer, aún tiene la esperanza de poder elevar su carrera, pero al no poderse mostrar en el Mundial de Rusia 2018, porque se lo perdió al lesionarse días antes, no ha tenido la chance de poder ser vigilado por la lupa de otras escuadras europeas.

Sumado a ello, poco puede preocuparle retornar ya que se ha dado cuenta que tiene su lugar asegurado en la selección mexicana, ya que el colombiano Juan Carlos Osorio lo convirtió en uno de sus consentidos, pese a no tener mucha actividad, y ahora el argentino Gerardo Martino también lo convocó cuando hay otros elementos defensivos en la liga nacional con muchos más minutos como Hiram Mier, Hugo Ayala, José Domínguez o Gerardo Arteaga, o simplemente estaba el caso de Antonio Briseño en el Feirense, siempre en el once titular y formó parte del Once Ideal de la Primeira Liga pese al descenso.

Y sí se trata de colocarlo como contención, debería haber menos dudas, pues varios pelean en dicha posición como Víctor Guzmán, Jorge Hernández, Antonio Ríos, José Vázquez, Iván Rodríguez, Jesús Molina o Rafael Baca, que no están muy lejos de su nivel.

De cualquier forma, el tiempo se le agota y si un jugador no tiene continuidad su carrera va en declive, así como ya le pasó a otros aztecas que cumplieron el sueño de brincar el charco, así que debería pensarlo bien porque los talentos más jóvenes vienen pisándole los pies y en cualquier momento también le dirá adiós al Tricolor, por lo tanto, podría sentar cabeza y seguir los mismos pasos que en su momento realizaron Carlos Vela, Giovani y Jonathan Dos Santos, Marco Fabián, Efraín Juárez, Pablo Barrera, Alan Pulido, Javier Aquino o Carlos Salcedo, venir a un equipo de categoría en el balompié nacional o ir como otros a la MLS por la millonada pero donde sí tienen garantizado su sitio para jugar hasta 90 minutos cada fin de semana, lo más importante para un futbolista y así mantenerse en ritmo, o por qué no, ir a alguna liga exótica.

Si a mí me preguntaran, diría que El Zancudo debería aceptar la oferta de las Águilas o de la U, pues nadie más se atrevería a pagar tanto, recordando que la economía de varios clubes es limitada, y porque tras seis años ya encontró la madurez que necesitaba, quizá suene conformista, pero también su edad deja de ser un atractivo a menos que seas un jugador élite.

Por ahora sólo queda esperar si se da un último bombazo en la Liga MX con El Flaco.


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