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No es la primera vez ni será la última que uno o más jugadores salen a declarar en contra de un técnico que ya no ocupa más el cargo, ya sea por disconformidades futbolísticas o bien debido a diferencias en el trato diario.

Pero, lo ocurrido con Jorge Sampaoli en la selección argentina durante el Mundial de Rusia 2018 (y las eliminatorias previas) no creo que tenga precedentes, y basta con repasar las declaraciones de dos futbolistas que estuvieron presentes allí: Leandro Paredes y Paulo Dybala.

"En el Mundial, desde el día que llegué al predio hasta el día que nos volvimos al país no tuve nada de comunicación con Sampaoli. Nunca se acercó, nunca me dijo nada. No hablé más con él", aseguró el delantero de la Juventus.


"Fue raro. Convivimos en un complejo como el de Rusia donde compartís el tiempo, te cruzas muchas veces… Es raro que el entrenador no salude a un jugador, que no le pregunte cómo está, cómo se siente. Fue la primera vez que me pasaba", agregó la Joya.

Vayamos con los dichos del mediocampista central:"No te sabía explicar lo que quería, nunca lo supimos. Era cambiante y poco claro: una vez te decía 'hacé una cosa', y cuando la hacías te decía 'por qué lo hiciste'. No lo entendía", explicó el ex Boca, quien formó parte de todo el proceso pero no fue convocado para la Copa del Mundo.


Que un entrenador haya llegado a la elite del fútbol mundial y de nuestro país sin dos herramientas básicas como las de tener diálogo con los jugadores y la de saber comunicar lo que quiere para su equipo es gravísimo, tan grave como la inexperiencia que le reclamamos a Lionel Scaloni.

Es lastimoso tener que oír esas palabras porque te lleva a la sensación de que desaprovechamos un Mundial más teniendo a Lionel Messi, el mejor de todos, que habrá que ver si llega al siguiente y en qué estado lo hace.

El entrenador de la selección Argentina debe ser un técnico probado, capacitado y aceptado, y si bien Sampaoli venía de dirigir con éxito en Chile y en el Sevilla de España seguramente bastaban unas reuniones para darse cuenta que no era el indicado. ¿Cómo vas a conducir a un plantel donde no saludás a tus jugadores, y donde cambiás constantemente de esquema, de idea y de pensamiento? Es imposible. Ay ay ay...