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Este pasado fin de semana se celebró la ceremonia a lo mejor del año futbolístico dentro de la Liga MX donde las estrellas que más frutos dieron a lo largo del último Apertura y Clausura fueron recompensados por sus esfuerzos. 

Pese a ello, esta batalla entre los nominados se ha convertido en una votación, en casi todas las categorías, entre aquel que fue regular con su gran desempeño y aquel que sorprendió con una mejora abismal de un semestre a otro. 

En la NBA se entrega un galardón al final de la temporada al jugador que más mejoró de un año a otro (Most Improved Player of the Year), premio que podría darle mayor justicia y mayor exactitud a esta gran velada de premiación de la liga nacional, dándole a aquellos que revolucionaron su futbol el premio indicado. 

Elementos como Guido Rodríguez y Pablo Aguilar fueron recompensados por su gran labor a lo largo de todo el año, pues su función dentro de sus clubes y la regularidad que mostraron fue vital para que América y Cruz Azul llegaran a instancias importantes, mientras que los premios otorgados a personas como Ángel Mena e Ignacio Ambriz se basan mucho más en el cambio radical que tuvieron de un torneo a otro. 

A lo largo del año, el futbol desplegado por Víctor Guzmán quizás fue más regular y clave para el sistema de juego del Pachuca, pero sin llegar a las instancias a las que llegó Mena con León, por lo que era complicado que lo venciera en la batalla por el medio ofensivo del año. 

Miguel Herrera consiguió coronarse en el Apertura 2018 con Las Águilas y pese a ello, cayó ante Ignacio Ambriz como entrenador del año, más por el cambio mostrado por León de un torneo a otro que por la regularidad que tuvo el cuadro de Coapa, pues de ser así 'El Piojo' se habría quedado con el galardón.

Finalmente los ganadores fueron elegidos por votación y los candidatos hicieron los méritos suficientes para ser nominados, sin embargo, quedó claro que en la batalla por ver quién es el mejor siempre habrá una disputa entre aquel que muestra una regularidad, a veces ya dada por sentada por quienes acostumbramos a verlos en ese nivel, y aquel que figuró más por un cambio radical de un momento a otro en su calidad, que por ser constantemente un elemento de alto nivel.