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Volvemos a España en una nueva entrega de "Equipos de época" y de nuevo a Madrid tras hablar de los 'Galácticos' y de la 'Quinta del Buitre', pero esta vez nos remontamos unos cuantos años más atrás, a los años 60. El conjunto blanco comenzaba la década levantando su quinta Copa de Europa consecutiva, las mismas que se habían disputado, pero las estrellas de aquel equipo veían llegar su ocaso y era necesaria una renovación.

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Miguel Muñoz, uno de los capitanes de aquel Real Madrid glorioso, dio el salto del césped al banquillo y tomó las riendas del equipo en 1959 con el objetivo de afrontar esa transición. Jugadores como Alfredo Di Stefano, Ferenc Puskas o Francisco Gento debían ir dejando paso paulatinamente a nuevos nombres que cogiesen el testigo del club más grande del continente para mantener la supremacía, aunque se antojaba complicado que continuase esa hegemonía.

Los cinco títulos europeos dieron entonces paso al dominio nacional que se plasmó a lo largo de toda la década con ocho Ligas. Los blancos se sentaron en el trono español en 1961 y no lo dejaron hasta 1965, de nuevo cinco entorchados consecutivos, aunque esta vez dentro de las fronteras españolas. En 1967 el Real Madrid reclamó de nuevo el cetro que le pertenecía y volvió a levantar otras tres Ligas seguidas y ahí se dio por terminada está época de éxitos.

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El curso 1965-66 parecía ser una temporada de descanso en el feudo madridista, pero, para no perder el ritmo, volvieron a reinar en Europa tras derrotar por dos goles a uno, con remontada incluida, al Partizan de Belgrado en el Estadio Heysel de Bruselas. Un triunfo que no solo destacó por ser la sexta Copa de Europa del club, y de un Gento que se convertía así en el que más veces la había levantado, lo hizo también porque todos los jugadores aquel día fueron españoles. Amancio Amaro y Fernando Serena hicieron los goles de la culminación del éxito del Real Madrid de los 'Yé-yé'.

Pero, ¿de dónde salió eso de 'Yé-yé'?. Esta denominación surgió en 1966 tras una portada del diario Marca en la que varios futbolistas aparecían con pelucas que se asemejaban al 'look' típico de la época basado en la estética de los Beatles. El grupo de Liverpool dominaba la escena con sus canciones y entre ellas el coro de "She loves you" dio lugar al término 'yé-yé'. En España se calificaban así a los jóvenes y el estilo desenfadado y un tanto alborotado de los blancos hacía del símil un juego fácil.

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Fue Ramón Melcón, reportero de 'El Alcazar', que posteriormente daría lugar al diario AS, quien llamó 'Yé-yé' a ese grupo de futbolistas, mientras que Félix Lázaro fue quien se encargó del reportaje que, pese a publicarse tras la victoria en Bruselas, se realizó tras los cuartos de final. En las fotografías se puede ver a Betancort, De Felipe, Velázquez, Pirri, Grosso y Sanchís con unas pelucas baratas que se asemejaban y a Gento entre ellos como el líder del grupo.

Esta generación de futbolistas fue conociéndose en el Real Madrid pues muchos eran canteranos, pero otros fueron llegando desde otros clubes españoles tras destacar a lo largo de una temporada. Los ya mencionados por las fotografías se unían a los Araquistaín, 'Pachín', cántabro como Gento, o Zoco, pero sin duda la figura de este equipo fue Amancio Amaro. 'El Brujo', apodado así por sus regates inverosímiles, era el delantero que llevó al Deportivo de la Coruña a conseguir el ascenso con tan solo 22 años y Santiago Bernabéu no dudó ni un segundo en ficharlo como futuro recambio de un Ferenc Puskas que dijo adiós en 1966.

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Di Stefano ya se había despedido del madridismo en 1964 tras la famosa frase de su hija que él mismo comentó en una ocasión: "Papá, calvo y con pantalones cortos, no quedas bien". El húngaro, por su parte, se despidió con cuatro goles en la victoria por cinco a cero ante el Feyenoord en la ronda previa de la Copa de Europa que los 'yé-yé' acabarían alzando.

El éxito de esta quinta dorada de futbolistas españoles se fue agotando con el cambio de década, cayeron una Liga más y otra Copa, que sumaron a las dos conseguidas anteriormente, pero el alma 'yé-yé' no volvió a ser igual. En 1974 Miguel Muñoz dejó el banquillo blanco tras 14 temporadas para buscar nuevos retos en Granada, Las Palmas y Sevilla, los jugadores de la plantilla también fueron colgando las botas y otros les sucedieron levantando los títulos, aunque nunca se volvió a vivir un dominio blanco similar en España.