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La incertidumbre planea sobre el Real Madrid este verano y sobre el futuro de varios de sus jugadores. Las sensaciones que dejaron en el final de la pasada temporada hacían presagiar que el conjunto blanco afrontaría una profunda renovación de su plantilla y uno de los candidatos para salir del Bernabéu era Isco. Con Solari fue relegado al ostracismo y tras la vuelta de Zidane muchos entendimos por qué el argentino no contaba con él. Pero este no es momento de mirar atrás, sino adelante y en ese presente y futuro del Real Madrid está Isco.

Si a Marcelo le están dando una oportunidad para quedarse y Zidane apuesta por él, con el malagueño pueden hacer lo mismo. Desde su llegada al Real Madrid en 2013 Isco no ha sido en ninguna temporada titular indiscutible y no es porque no se lo haya merecido. Con cada partido y con cada entrenador el centrocampista ha tenido que demostrar que era merecedor de jugar en este equipo y de hacerlo como titular y ha respondido con creces, y eso que por delante tenía una competencia muy dura con la BBC en su mayor apogeo, Modric y Kroos a un gran nivel, y un Asensio que dejó a media Europa con la boca abierta tras su irrupción.

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Si jugar en el Real Madrid es complicado, Isco lo ha tenido aún más difícil, casi siempre estando en entredicho pese a que en el campo demostraba mayor desempeño que otros y con él en el terreno de juego el equipo jugaba mejor. Su última temporada fue un desastre, pero como la de muchos otros que ni siquiera están en el escaparate en este mercado, y si ya demostró más de una vez que puede tirar del carro de este equipo y regalarnos momentos mágicos puede volverlo a hacer.

Para Zidane, Isco ha sido uno de sus jugadores determinantes y de los más utilizados y eso es porque cree en él. No hay nada mejor para un jugador que su entrenador crea en sus capacidades y para el propio entrenador es mejor rodearle de jugadores en los que él confía y quiere tener a su cargo en vez de otros que puedan ser impuestos. El binomio Isco-Zidane funcionó en la primera etapa del francés en el banquillo. El técnico consiguió sacar la mejor versión del centrocampista malagueño y si lo logró una vez puede volver a conseguirlo porque la calidad de Isco sigue ahí.

El Real Madrid se estaría haciendo un flaco favor si dejase escapar a un jugador como él, no sólo por el talento que perdería sino porque estaría reforzando a un rival directo en la lucha por los títulos ya sea en España o en Europa.

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Isco puede volver a ser el que era y como muchos otros se merece otra oportunidad para demostrar que puede jugar en este Madrid y que Zidane, Florentino y compañía aciertan apostando nuevamente por él.

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