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El pasado 20 de julio se jugó la final del trofeo asiático de la Premier League. Dicho encuentro fue disputado por el Wolverhampton y el Manchester City en Shangai. El resultado final fue de empate a 0, muy diferente al 6-0 que los citizen endosaron a los wolves en la final de la FA Cup meses antes.

En el partido se pudieron ver distintas acciones de renombre. Una de ellas fue un antológico pase de Kevin De Bruyne, elevando la pelota para después golpearla con mayor potencia y de manera franca a un compañero situado en el ala izquierda del área contraria. El diestro ha demostrado una capacidad de precisión en sus pases que lo convierten en uno de los mejores mediocentros del panorama actual. 

El Manchester City fue el invitado de honor al Premier League Asia Trophy que se celebra cada dos años en suelo asiático. Es una competición joven que publicita la liga inglesa en el este asiático. El Arsenal logro el título en 2015 y el Liverpool en 2017, este año el City no pudo hacerse con él al perder en los penaltis contra el Wolverhampton.