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Momentos de alta tensión le tocaron vivir a la delegación del Palmeiras de Brasil en su excursión en avión a Mendoza, donde deberá jugar el próximo martes ante Godoy Cruz por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América.

Debido al fuerte viento Zonda que afectó a la provincia, el vuelo no pudo aterrizar allí en ninguna de las dos oportunidades en las que lo intentaron, y por eso fue desviado a Buenos Aires.

“Salimos de Fortaleza a la medianoche y era un vuelo de seis horas a Mendoza. Fue un vuelo tranquilo. Veinte minutos antes del aterrizaje pasó la aeromoza a chequear que las mesas estuvieran cerradas y esas cosas. Allí comenzó un verdadero film de terror", reveló Alexandre Mattos, director de fútbol del club brasilero.

“No se lo deseo a nadie, fue una sensación de impotencia terrible. Estábamos a no sé cuántos metros de altura, a alta velocidad, con mucho ruido y mucha tensión. Fue una sensación de terror la que enfrentamos esta madrugada", continuó el dirigente.

"Fueron 40 minutos de pánico y terror. Todos gritaban '¡Calma, calma!'. Fue un momento tenso", agregó Cristiano Oliveira, jefe de seguridad del plantel.

Ahora, el plantel del Palmeiras deberá dejar atrás el imprevisto y enfocarse en el duelo ante el Tomba, que será mañana en el Malvinas Argentinas a partir de las 21.30. ¿Podrá reponerse del inconveniente?