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El FC Barcelona sólo ha disputado un partido esta pretemporada y no se pueden sacar grandes conclusiones, pero el debut ante el Chelsea dejó una gran noticia: Riqui Puig. El canterano brilló en la primera mitad, y no sólo es que hiciese un buen partido y fuese de los mejores del conjunto azulgrana, sino que cada vez que juega con el primer equipo lo hace mejor.

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Relegado durante la pasada campaña a jugar unos pocos partidos de Copa, Riqui Puig es el claro ejemplo de lo que le cuesta a los canteranos asentarse en el primer equipo. El centrocampista ha cumplido cada vez que le ha tocado jugar, su actitud y su talento son incuestionables y enamora a la afición del Barcelona, pero cada año vez cómo la competencia en el centro del campo es mayor y él es el que sale más perjudicado.

Su talento reclama más minutos sobre el césped y en los pocos partidos que ha estado a las órdenes de Ernesto Valverde ya le ha dejado más que claro al técnico que es un diamante en bruto y si le da continuidad tan sólo es cuestión de tiempo que acabe explotando. Pero la línea que está siguiendo el club va en otra dirección y están dejando escapar la oportunidad de ver jugar al que ya muchos comparaban con Xavi e Iniesta.

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El joven canterano sigue buscando su oportunidad, trabajando en silencio y haciendo lo que pide el entrenador… pero parece que para él eso no es suficiente y sus méritos no sólo para entrar en el once sino para formar parte del primer equipo tienen que ser mayores a los del resto. Puig habla sobre el terreno de juego con el balón en los pies y más claro no lo puede estar diciendo. Quizá ha llegado el momento de que el Barcelona y Valverde varíen el rumbo y vuelvan a echar un ojo a la canterano empezando por el talentoso centrocampista.

Riqui Puig ha cumplido con su parte, viene pisando fuerte y ya va siendo hora de que tenga el FC Barcelona le de esa verdadera oportunidad que él tanto anhela. La hora para que el joven jugador vaya cogiendo peso e importancia en el equipo ha llegado y si se le dan lo que se ha ganado sobre el terreno de juego, ni el Barça ni el jugador se van a arrepentir.

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