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Cuando uno trata de pensar por qué el futbol puede causar tanto furor alrededor del mundo, basta con observar lo sucedido la noche del sábado en el Estadio Azteca para entenderlo, pues la espectacular ovación que recibió en su homenaje Oscar 'Conejo' Pérez, vistiendo con los colores del Cruz Azul, el equipo que más defendió y con el que comenzó su carrera hace casi 26 años, sólo demuestran la emoción y sentimiento que produce este deporte. 

El rostro del Conejo lleno de lágrimas era un ejemplo visual de lo que sentía una persona que fue sinónimo de futbol durante más de 25 años y que no dejó de jugarlo de manera profesional hasta los 46, por eso mismo la afición, jugadores, e incluso cuerpo arbitral se rindieron ante este personaje mundialista en 3 ocasiones.

Cánticos, aplausos, gritos y hasta lágrimas fueron parte de lo que se vio en las gradas del Coloso de Santa Úrsula en torno al último futbolista en activo campeón de liga con el Cruz Azul, quien disfrutó de su ceremonia para después vivir sus últimos momentos como portero, al detener un disparo sencillo, tomar el balón, besarlo y caminar hacia la banca de La Máquina por un pasillo de futbolistas tanto celestes como del Toluca, para luego abrazarse con Jesús Corona cediéndole el gafete de capitán y así, despedirse por última vez de las canchas.

Nostalgia y felicidad fueron los sentimientos que se hicieron presentes en la despedida de Óscar Pérez, quien ganó todo lo que se propuso como jugador y dejó una huella imborrable dentro del futbol mexicano, algo que ningún otro podrá igualar.