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El delantero hispano-brasileño mostró ante el Real Madrid su mejor versión en el último año y todo apunta a que esta temporada podría ser la suya y, por consiguiente, la de un Atlético de Madrid que de nuevo aspirará a todo. Los de Simeone salieron mucho más concentrados al partido ante el máximo rival, mostraron una mayor intensidad y un estado físico muy superior al de los blancos, y Diego Costa fue uno de las mejores muestras de ello.

El de Lagarto no dejó de disputar cada balón con los centrales madridistas, que poco pudieron hacer ante su dominio tanto de cara a portería como de espaldas en esa labor más colaborativa. Costa ganó todos los duelos por alto ante Nacho y Sergio Ramos, creó juego junto a un João Félix brillante y firmó cuatro goles antes de irse al vestuario. Su gran actuación no quedó ensombrecida ni por su expulsión tras una patada y un encontronazo con Carvajal, pues este rifirrafe fue una muestra más de que el mejor Diego Costa está de vuelta.

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Y el conjunto colchonero necesita el regreso de su referente en ataque aunque Álvaro Morata pueda mostrar un gran nivel porque Simeone es el primer interesado. No solo por la competencia entre ambos, sino porque el argentino reconoció en una ocasión que el hispano-brasileño es el que mejor se ha adaptado a su estilo de juego desde que dirige el banquillo atlético. La pasada temporada Costa estuvo desaparecido, irregular y lastrado por las lesiones, pero ahora empieza rindiendo al máximo.

Esta mejoría está propiciada en gran parte porque es el primer verano que puede empezar y completar las primeras semanas de pretemporada sin percances. Tras las vacaciones el 'Profe' Ortega ha puesto a todos sus hombres en forma y el delantero ha sido capaz de aguantar la exigencia para demostrar, como se vio ante el Real Madrid, que está en un gran estado físico.

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Si a todo esto le sumas que parece haber encontrado en la nueva estrella del Atlético al socio perfecto, se pone todo de cara para pensar que este puede ser el año de Diego Costa. En el derbi el portugués y el delantero se complementaron a la perfección, el 19 bajaba balones para el 7, Félix asistía a Costa en sus desmarques y así el equipo se convirtió en un rodillo para los blancos, que poco pudieron hacer para evitar que los goles fuesen cayendo.

Simeone lo reconoció tras el encuentro: "Estoy convencido de que será una gran temporada", Saúl Ñíguez está de acuerdo con él: "Puede ser el gran fichaje del Atlético por su peso, su carácter... su presencia contagia y es muy importante para nosotros". Los compañeros lo ven, la afición lo nota y el propio futbolista sabe que está en un gran momento. Ni Félix, ni Lemar, ni Morata... Se viene el año de Diego Costa.