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El conjunto blanco visitó al RB Salzburgo en el penúltimo partido de esta pretemporada y se impuso por un solitario gol a cero en un partido con varias novedades. Zinedine Zidane planteó un esquema poco habitual en el equipo con tres centrales, cuatro en la medular y tres arriba para el gol. El objetivo era evitar los fallos defensivos y dotar de solidez al equipo, algo que consiguió en la primera mitad pero se fue difuminando tras el descanso.

El técnico galo dejó en la capital de España a Rodrygo y Takefusa Kubo, que habían sido parte de la plantilla durante todos estos primeros encuentros preparatorios, para jugar con el filial, pero llevó a Casemiro y a Éder Militão, que debutó y como titular. El central brasileño regresó hace días de sus vacaciones tras levantar la Copa América y en la ciudad austriaca se vistió por primera vez de corto para completar una primera mitad discreta.

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El nuevo fichaje blanco para la zaga se sumó a Sergio Ramos y Raphale Varane en esa defensa con tres centrales, pero no pudo entrar mucho en juego porque fue el camero quien se encargó de la salida de balón con los centrocampistas. La presencia de Marcelo en su banda le obligó a estar contenido en defensa y tan solo pudo proyectarse en ataque en una ocasión que terminó derrochando por no querer disparar desde la frontal.

Muy diferente fue el encuentro de Eden Hazard, que también salió de inicio y se le pudo ver mucho más suelto. Actuó como mediapunta con Isco, justo por detrás de Karim Benzema y cayendo a banda de vez en cuando para asociarse tan bien con el francés como con Marcelo. En el minuto 18' eso que tanto deseaba la afición madridista se produjo, el belga hizo el único gol del Real Madrid en una contra en la que se entendió a la perfección con el delantero, se hizo hueco con la derecha y disparó cruzado para hacer inútil la estirada del portero.

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Minutos después, ya al filo del descanso, pudo haber hecho el segundo en su cuenta particular tras otro contragolpe en el que de nuevo Benzema le asistió para que dejase atrás al defensa, pero se estrelló contra el guardameta, que desvió el balón. Tras el descanso no tuvo muchas oportunidades de tener el balón en los pies y en el minuto 62 'Zizou' decidió sustituirle para dar entrada a Luka Jovic.

El serbio se colocó en la punta junto a Benzema y el esquema cambió durante unos minutos a un 3-5-2 en el que, con la salida de Casemiro, el equipo fue yendo a menos. El nuevo delantero tuvo entonces no tuvo muchas ocasiones para recibir el balón ante la falta de posesión madridista. Sin embargo, tuvo el gol en una contra tras un sensacional pase de Toni Kroos, Jovic se hizo hueco escorándose hacia un lado y su disparo cruzado fue desviado por el arquero. Tras esta acción casi no volvimos a ver al ariete y el partido llegó a su fin.

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En general todo fueron buenas noticias en cuanto a los fichajes pues Militão debutó sin muchos problemas, Hazard se estrenó como goleador y mostró una versión más cercana a lo que se espera de él, y Jovic regresó tras su sustitución ante el Arsenal y su breve lesión. Zidane tendrá el próximo domingo ante la AS Roma la última oportunidad para probar sistemas y futbolistas antes del estreno liguero de dentro de dos semanas ante el Celta. Veremos cómo lo gestiona.