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A sus 39 años, Ronaldinho aún conserva en los pies la magia que le hacía diferente al resto. Su carácter alegre se contagiaba en cada una de sus jugadas en el terreno de juego, haciendo disfrutar a compañeros y aficionados. Retirado desde enero del 2018, a los nostálgicos aún nos queda ver al brasileño en partidos benéficos o amistosos para deleitarnos con su magia.

En un partido de fútbol sala, el que fuera Balón de Oro dio muestras de su infinita calidad con dos pases picados mirando al tendido para dejar solos a sus compañeros. Esa jugada que tantas veces vimos hacer a Ronaldinho con la elástica del FC Barcelona, del Milan o en la liga brasileña la ha repetido.

El 'gaucho' sigue ofreciendo espectáculo cuando salta al campo y recuerda a sus mejores jugadas, esas que le convirtieron en el mejor jugador del mundo. Aunque el físico ya no sea el de antaño, la magia no ha desaparecido de sus pies.

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