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Tras un mal inicio de la pretemporada, Zidane decidió el otro día ante el Salzburgo introducir en el once inicial del Real Madrid una variante táctica significativa: jugar con tres centrales y con laterales largos. Una táctica que de momento le ha hecho cortar la sangría de derrotas que llevaba, pues en dos partidos jugando así ha ganado al conjunto austríaco (0-1) y ha empatado ante la Roma (2-2).

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No obstante, tengo la sensación de que este modelo de juego no se trata más que de un parche en busca de unos resultados que en el Rea Madrid son necesarios como el comer. De momento como ya he dicho parece que al menos se han frenado las derrotas, aunque también es verdad que los rivales eran de menor entidad que el Bayern (1-3), el Atlético de Madrid (3-7) o el Tottenham (0-1).

Por otra parte, a pesar de que el equipo ya no pierde, hay una constante que no cesa: sigue dejando hacer muchas ocasiones de gol a los contrarios. Tanto el Salzburgo como la Roma generaron mucho peligro sobre la meta defendida por el Real Madrid y eso ante rivales de mayor entidad y en plena temporada es algo que seguramente pagarán muy caro los blancos en caso de que les siga sucediendo.

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Sin embargo, también veo cosas positivas en la variación que ha llevado a cabo Zidane en su sistema de juego: en primer lugar, si algo no funciona hay que cambiarlo, y eso es precisamente lo que ha hecho el técnico galo con este nuevo esquema. Con mayor o menor sufrimiento, hay una cosa irrefutable: el Real Madrid no ha perdido en los dos partidos que ha jugado con cinco defensas.

Vale que es sólo un comienzo, pero eso me lleva al segundo argumento para que los blancos puedan confiar en este sistema. En solo dos partidos han encontrado algo que les puede funcionar, y a medida que vayan disputando más encuentros es posible que las piezas se vayan engranando mejor y vayan afinando más el modelo de juego.

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Por último, hay dos jugadores que pueden verse muy beneficiados con este sistema en los que Zidane tiene una confianza absoluta: el primero de ellos es Marcelo. El brasileño el año pasado estuvo muy mal, pero con Zizou quiere recuperar su mejor versión y tener a tres centrales al lado le puede ayudar tanto a nivel defensivo como ofensivo. Si Marcelo está fino, es uno de los mejores del mundo en su puesto y una de las armas más peligrosas que tiene el equipo blanco en su plantilla.

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El segundo es Hazard. Aquí en 90min ya hemos sostenido varias veces que el exjugador del Chelsea está llamado a ser la piedra angular del proyecto de Zidane esta temporada con el Real Madrid, y quiere darle el mayor peso del equipo posible. Con sólo dos jugadores de ataque puro como son él y Benzema, tiene muchos más espacios arriba y no tiene que partir demasiado pegado a la banda, por lo que tiene más protagonismo y es más peligroso para el rival.

Sea como fuere, la única manera que hay de comprobar si este modelo de juego le funciona al entrenador francés es viendo los próximos partidos y siempre que lo siga utilizando. Con sus pros y sus contras, de momento le está funcionando hasta cierto punto. ¿Empezará la liga así contra el Celta?

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