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Cuesta ver a Andrés Iniesta perdiendo los nervios en el terreno de juego, pero eso es lo que ha ocurrido en el encuentro entre el Vissel Kobe y el Oita Trinita (1-1). Pese a demostrar siempre un carácter tranquilo y pacífico, Iniesta acabó alterado y se encaró con un rival.

Corría el minuto 86 del partido cuando Iniesta entró con dureza al central Tomoki Iwata, desquiciado por las continuas entradas que había recibido a lo largo del encuentro. Iwata, mientras caía, retuvo el balón con la mano, lo que cabreó más al ex del Barça, que comenzó a encararse con el rival. La situación no fue a más gracias a la intervención del colegiado del encuentro.

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La situación del Vissel Kobe es crítica después de 22 encuentros. Acumulaban varios partidos sin ganar y el equipo ocupa la decimoquinta posición en la tabla, solo uno por encima de los puestos de descenso, con dos puntos de ventaja. Curiosamente, el siguiente equipo en la clasificación es el Sagan Tosu de Fernando Torres.