Lo bueno, lo malo y lo feo de la Supercopa de Europa entre Liverpool y Chelsea
El Liverpool se consagró supercampeón de Europa tras vencer en los penaltis al Chelsea en una final frenética (2-2) y con un ritmo de juego impropio para estas alturas de la temporada. Tras remontar el gol inicial de Giroud y ver como les empataban en la prórroga, los hombres de Jurgen Klopp se rehicieron y vencieron en la muerte súbita gracias a un paradón de Adrián.
La colegiada del partido fue Stéphanie Frapart, primera mujer en la historia en dirigir un partido continental entre hombres. La francesa realizó una gran actuación junto a sus asistentes y demostraron que las mujeres siguen derribando barreras en el mundo del fútbol.
Aquí lo bueno, lo malo y lo feo del partido entre Liverpool y Chelsea
Lo bueno
BULENT KILIC/GettyImages
La pegada de Mané: El senegalés apareció cuando su equipo más lo requería. Al inicio de la segunda parte, con un gol para empatar el encuentro. Por último, en la prorroga se sacó de la manga un zapatazo a la escuadra tras un pase atrás de Firmino y acercar momentáneamente la copa a la ciudad de 'The Beatles'.
La gran actuación de Pulisic: el extremo lo tiene todo para ser uno de los timones del equipo 'blue' tras la marcha de Hazard. Gran pase el que filtró entre líneas para dejar solo ante Giroud ante Adrián y adelantar a los londinenses. Solo el VAR impidió que el americano anotase el segundo tanto.
La doble intervención de Kepa: El portero español salvó a los suyos en el minuto 75 de partido con dos paradones tras el saque de un córner. La primera, tras un remate cruzado y potente de Salah que se coló entre los defensores y después levantándose para llegar al disparo de Van Dijk, para rechazar el balón al larguero.
Lo malo
Michael Regan/GettyImages
La primera parte del Liverpool: El equipo de Klopp saltó al campo sin la tensión que implica jugar una final europea. Desconocido, no aplicó la presión intensa que acostumbra y con la que ahoga a sus rivales. El medio campo parecía incapaz de contener al Chelsea y los delanteros estaban desconectados. Únicamente crearon peligro a balón parado.
Lo feo
El penalti de Adrián: Minutos después del gol de Mané, el portero llega tarde y derrumba a Abraham y desperdicia la ventaja obtenida en la prorroga. Supo remediarlo en la tanda de penaltis.
El fallo de Abraham: Después de una tanda de penaltis inmaculada, el joven delantero cogió la responsabilidad. Si fallaba, título para el Liverpool. El delantero la pegó al medio y Adrián la rechazó para amargar la noche al joven futbolista blue.
