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Nuevamente se ha generado un drama en torno a la selección mexicana luego de que varios elementos del equipo fueran fotografiados posteriormente a la vergonzosa derrota ante Argentina 4 a 0, en un bar divirtiéndose, sin embargo, la realidad es que el análisis debería de ser sobre lo visto en el terreno de juego y no en su tiempo libre. 

Más allá de que los futbolistas salieron en horas aceptables y regresaron a la concentración en el tiempo en la que se les solicitaba, el problema no se basa en lo que hayan hecho, sino en la necesidad periodística de darle más importancia a un evento para dañar la imagen de los seleccionados, que a una crítica tras un resultado tan malo como el dado ante los sudamericanos. 

Chicharito muchas veces se ha pronunciado al respecto, hablando sobre cómo la prensa en México pareciera querer jugarle en contra a la misma selección y tuviera intereses opuestos a los del equipo, pues cuando salen a la luz este tipo de notas, queda demostrado que lo que Javier Hernández dijo es un hecho real. 

La selección mexicana tiene mucho que mejorar y hay mucho que analizar sobre el último juego; las áreas de oportunidad, las zonas más fuertes del combinado nacional, así como la diferencia del equipo cuando enfrenta a un rival débil y a una potencia entre otras cosas, pero si en vez de realizarse ese análisis, se le da más importancia a una salida de los jugadores por la tarde, entonces el periodismo deportivo en el país va perdiendo por más que un 4 a 0. 

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