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El papel del guardameta en el mundo del fútbol es uno de los más menospreciados. A pesar de ser los primeros en llevarse las culpas por una derrota, en pocas ocasiones se llevan la gloria de la victoria y casi nunca son reconocidos en los premios individuales.

Sin embargo, en el caso de Alisson Becker las cosas son distintas. El portero brasileño llegó al Liverpool el pasado verano procedente de la Roma después de que con el equipo glialorosso llegara a las semifinales de la Champions League por primera vez desde 1991. En el Liverpool consiguió hacer olvidar pronto los horrores de Karius en la final de Kiev contra el Real Madrid y redimió a la afición red en Madrid ganando la Champions ante el Tottenham.

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Alisson se impuso en la votación a su compatriota del Manchester City, Ederson, y al portero del Bayern Múnich y de la selección alemana, Manuel Neuer y añade este premio al que recibió el pasado mes de agosto en la gala de la UEFA como mejor portero de la pasada Champions League y parte como gran favorito para estrenar el palmarés del recién creado premio Lev Yashin, el Balón de Oro para los porteros creado por France Footbal.