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"Cuando gano estoy dentro, y cuando pierdo, estoy fuera", dijo Zinedine Zidane en rueda de prensa previo al partido ante el Osasuna, por la sexta jornada de Liga. Así respondía el francés ante las preguntas de si le molestaba que se dudara de él, pero bien es cierto que la victoria ante el Sevilla del pasado domingo le dio una bocanada de oxígeno importante.

Tras la debacle en París, en el conjunto blanco tenían claro que la posibilidad de calmar las aguas pasaba por el Ramón Sánchez Pizjuán, donde el equipo recuperó una confianza y una intensidad que parecían perdidas, y que Zizou tanto insistía en rescatar.

Luego del movido mercado de fichajes, donde la petición principal del entrenador no llegó (Pogba), este se tuvo que contentar con James Rodríguez y Bale, con los que no contaba en un principio. La presencia de James en el once se ha vuelto costumbre en los últimos partidos, empujado por las lesiones de Isco y de Asensio (de larga duración). Ahora, lo de Bale es increíble. El galés pasó de "de salir mañana, mejor", como aseguró Zidane en pretemporada, a titular indiscutible. Y es que Bale ha disputado 424 minutos en cinco partidos en lo que va de temporada, perdiéndose uno por expulsión. Mientras aleja los fantasmas de las lesiones, Zidane decidió ahora darle descanso ante el Osasuna, con el derbi ante el Atlético el próximo sábado en la agenda. "Hay una planificación detrás de los descansos, se dan porque se planifican. Un jugador no es una máquina", afirmó el entrenador.

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El francés se guarda al de Gales, al que considera ahora uno de sus puntales, y dejó fuera de la lista también a Modric, que está en la fase final de su recuperación, pero a quien se esperaba ver unos minutos sobre el césped. Sin Bale esta vez, como ya ocurrió ante el Levante (victoria 3-2), y aún sin Modric, el Madrid recibe al Osasuna en el Santiago Bernabéu. Los ojos están puestos en el derbi del sábado en el Metropolitano, y se espera que Zidane otorgue minutos a muchos inusuales, pero el primer obstáculo es el equipo de Pamplona, que ya sorprendió al Barcelona con un empate. Sin Isco, y sin lateral izquierdo por las lesiones de Marcelo y Mendy, Zizou arriesga en busca de la victoria, y de mantener el invicto en Liga.