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Rodrygo aterrizó este verano en el Real Madrid, pero en sus primeros meses ha pasado prácticamente desapercibido en el primer equipo hasta que ha llegado su gran semana. El delantero brasileño debutó ante Osasuna en el Bernabéu y cuando apenas llevaba un minuto sobre el terreno de juego anotó un gol para sentenciar la victoria de su equipo. Lo que se dice llegar y besar el santo. Y hay quienes piensen que su gol recién entrado en el campo es simplemente suerte, pero lo de Rodrygo no es cuestión de un día. El fin de semana con el Castilla lo volvió a hacer, volvió a demostrar que es un auténtico talento capaz de adaptarse a cualquier equipo y doblegar a cualquier rival.

Este chico tiene algo especial que le hace destacar, tiene hambre, quiere mostrar su talento y en un partido con el conjunto blanco ha aportado más al equipo que otros jugadores como Jovic o Hazard. A Rodrygo la Segunda B ya se le ha quedado pequeña y aunque hay que cuidarle para que se adapte progresivamente en un partido ha demostrado que está preparado para jugar en el primer equipo. Cierto es que con Zidane la competencia es grande y tiene a muchos compañeros por delante, pero en el Madrid deben jugar los mejores y si en estos momentos Rodrygo atraviesa un momento dulce y se ha ganado una segunda oportunidad deberían dársela y no relegarle a una categoría inferior.

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En estos últimos partidos al Madrid le ha faltado chispa en ataque, esa que precisamente aportaron los dos jóvenes brasileños ante Osasuna. Zidane confió en Rodrygo, y este le devolvió la confianza cumpliendo con creces con su papel en el campo. Si lo ha hecho una vez puede repetirlo sólo hay que darle continuidad. La adaptación del delantero, igual que sucedió con Vinicius el año pasado, ha sido más rápida de lo esperado y ahora Zidane tiene a su disposición un jugador diferente, rápido y con gol.

Rodrygo, de momento, ha cumplido y está capacitado para ser uno más entre los mayores. Ahora sólo hace falta que el cuerpo técnico sepa verlo y le den la oportunidad de jugar y no sea un actor secundario en el banquillo o en el Castilla porque estarían desaprovechando el buen momento de un futbolista que tiene por delante un gran futuro.

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