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Hace siete años, el exportero de Rayados, Omar Ortiz, sacudió a la Liga MX al ser detenido y encarcelado por su vinculación con una banda de secuestradores que le costó ser sentenciado a 75 años de prisión, así dictaminó un juez penal en el estado de Nuevo León.

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El “Gato” fue encontrado responsable de participar en al menos tres secuestros cometidos en el 2011, incluyendo el de una menor de edad.

El 7 de enero del 2012, la Agencia Estatal de Investigaciones presentó al originario de Monterrey como presunto miembro de una banda de secuestradores que operaba en algunos municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey, principalmente en San Nicolás de los Garza.

Ortiz y sus cuatro cómplices fueron recluidos ese mismo año en el Centro de Justicia Penal Federal de Cadereyta.

En información de laAgencia Estatal de Investigaciones y posteriormente en declaraciones de algunos de sus secuaces, el exguardameta también del Necaxa era el encargado de proporcionar la información de las personas señaladas para secuestrar.

La pesadilla del exfutbolista de 42 años comenzó en 2010 tras ser inhabilitado para jugar fútbol, debido a que dio positivo en un examen antidoping durante la Copa Libertadores, cuando formaba parte de la plantilla del cuadro albiazul. 

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Lamentablemente hay veces que alrededor del mundo nuestro tan amado fútbol se ve manchado por episodios como el de este señor, lo bueno es que será condenado y pagará por sus actos, lo malo es que este incidente marcará la historia de la liga. En nosotros solo queda decidir de quién seguimos ejemplos, de futbolistas disciplinados que usan el deporte para transmitir buenos hábitos y competitividad saludable o de personas que utilizan al balompié como una puerta hacia comportamientos reprobables.