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No es nada nuevo, ni nada extraño, asegurar que el nivel de Leo Messi con la Selección Argentina está a años luz del que demuestra con el FC Barcelona. Tras la derrota de ayer, el futbolista blaugrana quedó señalado por la afición de la albiceleste. 

Mientras tanto, los fieles seguidores del rosarino se mantienen fuertes en su defensa y encuentran un argumento tras otro para demostrar la diferencia que supone para Leo jugar con su equipo y con su selección.

Es evidente que no es lo mismo jugar acompañado de algunos de los mejores futbolistas del planeta, esos que cada año integran los combinados con los jugadores más destacados, que con un grupo de grandes jugadores pero con los que no compartes vestuario cada día. La confianza, el sistema, el conocimiento entre los mismos... esa conexión especial entre Messi y sus compañeros en Barcelona no sucede con sus compatriotas, y se nota.

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En concreto hubo una jugada ayer en la que quedó claramente reflejada la diferencia para el '10' entre jugar con sus compañeros de equipo y hacerlo con los de selección. Una acción que el pasado domingo terminó en gol y en esta ocasión no llegó a las botas de Messi, porque Benedetto, por muy guerrero que sea, no es Luis Suárez.

Frente al Betis uno de los goles que hizo el rosarino fue tras una mágica asistencia del uruguayo, que vio su entrada al área y le sirvió un magistral pase con la espuela que le dejó solo ante Pau López. Ayer la jugada fue la misma, pero con final distinto. Messi se la da a Benedetto en la frontal y tira el desmarque, el delantero intenta repetir el gesto de Suárez pero golpea mal a la pelota y la deja muerta para que la defensa de la 'vinotinto' desbarate la ocasión recuperando el balón.

Esta es solo una muestra más de la diferencia de nivel y confianza que existe entre los jugadores de Argentina y los del FC Barcelona que acompañan a Loe, que juegue donde juegue se convierte en el hombre al que todos buscan. Ante Venezuela intentó tirar del carro pero fue complicado y su técnico, Lionel Scaloni, le reconoció el mérito y salió en su defensa asegurando que: “Los demás jugadores son los que tienen que dar el paso, no Messi".