La mayor ilusión del Real Madrid se llama Vinicius

La era de Julen Lopetegui en el Real Madrid ha llegado a su fin, pero viendo el partido de Copa frente al Melilla muchos son los que se han acordado de él y todo por un nombre, el de Vinicius. Con el ya exentrenador madridista, la perla brasileña no llegó ni a estar un cuarto de hora sobre el terreno de juego, calentaba pero no jugaba y eso cuando no era descartado o ni siquiera le convocaba. Pero con la llegada de Solari al banquillo, parece que las cosas van cambiando.

El técnico argentino conoce bien al jugador del Castilla y frente al Melilla le puso de inicio. Y Vinicius le devolvió la confianza de la mejor manera que sabe, jugando. El brasileño fue de los jugadores más destacados del partido y dejó detalles de calidad que demuestran que es un futbolista diferente. Vinicius es de esos jugadores que no se acobardan en el campo, que encaran al rival, regatean y tienen un amplio repertorio de filigranas para deleitar a los espectadores.

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Ayer le regaló un gol a Marco Asensio, pero no fue un regalo cualquiera sino un pase con el exterior por debajo de las piernas del defensa después de una gran jugada individual. Cada vez que cogía el balón se intuía que algo iba a pasar y así fue. Y aunque el tercer gol madridista no lleva su firma, si dejó su marca con un taconazo para Reguilón que acabaría aprovechando Odriozola.

Sin duda Vinicius se merece más minutos de los que le dio Lopetegui y, aunque LaLiga Santander no es Segunda B, el proceso de cocción está siendo satisfactorio, y este chico puede darle un aire más dinámico y alegre al juego del equipo. Ya lo dijo Solari, "tiene mucho por aprender pero también mucho por dar" y en este momento toda aportación es bienvenida en el Real Madrid. A sus 18 años no le vamos a pedir que sea el salvador del Madrid, eso es tarea de Modric, Bale y compañía, pero su progresión invita al optimismo y si encima juega rodeado de estrellas va a darle muchas alegrías al madridismo.

JORGE GUERRERO/GettyImages

Y no sólo Solari tiene confianza en Vinicius, también la afición y que tiene muchas ganas de verle jugar. Si cada vez que salía a calentar a la banda ya ponía en pie a la grada, después del partido que se marcó en Melilla con un tiro larguero, participando en dos goles y dejando detalles de calidad con rabonas y taconazos incluidos, puede llevarse la ovación más grande del Santiago Bernabéu en lo que llevamos de temporada. El madridismo cree en Vinicius y el brasileño les ha dado motivo de sobra para ello. Ahora sólo falta exportar todo ese talento al primer equipo y darle minutos que para eso se los ha ganado.

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