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El presidente del FC Barcelona no es una persona que se caracterice por un un gran don de gentes o por un lustroso carisma, pero a veces deja comentarios que probablemente quedarán para la posteridad entre las muchas historias que rodean al club. 

La última de esas frases que se recordarán de toda la etapa del mandato de Josep María Bartomeu al frente del equipo blaugrana la dejó hace poco más de una semana, cuando se disponía a viajar a Amsterdam para cerrar el fichaje de Frenkie de Jong.

El traspaso del mediocentro holandés se había complicado más de lo esperado en las últimas fechas debido a la intromisión del París Saint-Germain. El jeque también quería llevarse a uno de los futbolistas con mayor proyección del panorama futbolístico internacional para su equipo y para ello usó su mejor arma, el dinero. En la faceta económica Bartomeu sabía que tenía complicado competir así que decidió ir a Holanda para cerrar el trato en persona.

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Cuentan entonces que el presidente blaugrana, justo antes de subirse al avión que tenía como destino Amsterdam, asumió que probablemente era la última opción que le quedaba y sentenció con un tono bromista: "Si sale mal, me matan". Los directivos encargados de los fichajes en el FC Barcelona habían fracasado en sus intentos por traer al futbolista, pese a llegar a tener el 'si' del mismo De Jong, que parecía haberse retractado ante la oferta del PSG.

Así que Bartomeu decidió tomar las riendas y fue él quien cerró el acuerdo hace una semana y quien de nuevo volvió a la capital neerlandesa para formalizar la firma con el jugador. Desde el club azulgrana no se quiso anunciar ningún acuerdo hasta tener todo solventado ante el miedo de la vuelta del club francés con una nueva oferta que desestabilizase la operación.

Finalmente el traspaso se cerró, Frenkie de Jong llegará en verano a Barcelona a cambió de 75 millones de euros, más 11 en variables, y se convertirá en el traspaso de un holandés más alto de la historia. Un fichaje con una gran historia detrás que Bartomeu no quería que se le escapase como ya sucedió con Antoine Griezmann.