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Siempre se ha dicho que los partidos se ganan en la cancha. Sin embargo, la histórica final de la Copa Libertadores del año pasado que River le ganó a Boca sigue trayendo coletazos, con escritorios y declaraciones de por medio.

Lo último que se supo es que la institución xeneize había vuelto a presentarse ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) con sede en Suiza, para que lo declarasen ganador de la competición continental por los hechos de violencia ocurridos en las inmediaciones del estadio Monumental, previo a disputarse el partido de vuelta.

Antes de jugarse la finalísima en Madrid, el organismo arbitral ya le había dado la negativa a Boca cuando había pedido suspender el encuentro. Cuatro meses después, los dirigentes no se dan por vencidos y quieren ganar el trofeo por la única vía que les queda, la legal. Además del aspecto estrictamente deportivo, la demanda incluye un resarcimiento económico. 

Consultado por esta situación, el técnico millonario, Marcelo Gallardo, se refirió de manera irónica: "¿Qué pasó? ¿Cuál sería la pregunta? ¿Cómo vivo el reclamo de Boca en cuanto al TAS? Es-Tás igual que hace tres meses…", contestó el 'Muñeco', con un juego de palabras claramente sarcástico. La respuesta fue acompañada por un eco risueño generalizado entre los periodistas presentes.

Finalizado el partido por la penúltima fecha de la Superliga que el club de Nuñez resultó victorioso de visitante frente a Talleres de Córdoba, el DT se expidió sobre la polémica suscitada en torno a su chiste: "La hemos pasado tan mal, con tanta tensión, que uno trata de quitarle dramatismo. Fue un chiste malo, un juego de palabras nada más. Yo respeto las posiciones, nosotros ganamos en la cancha, una cancha que no era la nuestra, siendo visitantes también en el segundo partido. Eso es lo que quedó, no lo va a borrar nadie, quise hacer un chiste malo para sacar una sonrisa porque me pareció simpático, no era para herir a nadie. No significa que quiera burlarme de los hinchas de Boca, estoy lejos de eso porque respeto al rival y el que tiene capacidad de entender el juego, que es inteligente, lo entiende de esa manera. Lo demás es darles comida a los boludos, para mí no tiene lugar".

Lo paradójico, es que ante la burda insistencia hasta un punto terca y necia por parte del club de la Ribera, su clásico rival de toda la vida le sigue mojando la oreja. 

Acaso nadie les dijo a los directivos de La Boca que se callen la boca, valga la redundancia.