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El lunes por la noche, los Denver Nuggets de Nikola Jokic eliminaron a los LA Lakers con una tremenda serie de 4-0. El equipo de LeBron James no tuvo ni la más mínima oportunidad de darle competencia a sus oponentes en la Final de Conferencia Oeste.

Con esos resultados, y con 38 años de edad cumplidos el pasado diciembre, no debería de sorprendernos que LeBron James pusiera en duda su futuro en la NBA. Durante la conferencia de prensa posterior a la última derrota de Lakers, James dejó claro que necesita tiempo para pensar.

Su mensaje es claro y directo. Después de 20 años jugando en la NBA y a sus 38 años, solo hace sentido que James considere el retiro. Claro, le hubiera gustado terminar su carrera en lo alto, ganando, pero también es entendible que lo quiera cerrar aquí, después de una derrota tan contundente.

También con ESPN habló del tema. Cuando le preguntaron si se estaba cuestionando jugar la próxima temporada, LeBron claramente dijo que es justamente eso lo que está preguntándose. Y cuando le preguntaron si se retiraría, dijo que lo tiene qué pensar.

¿Por qué no retirarse? 

Aunque la estrella de los Lakers dejó claro que su permanencia en el deporte es incierta, también hay elementos claves que lo mantendrían en el juego.

Por un lado, el jugador tiene un contrato con los Lakers que incluye la temporada 2023-24  por $46.6 millones, con opción a extender hasta 2024-25. Esos son bastantes millones a tomar en cuenta.

Además, LeBron ha dicho varias veces que le encantaría jugar contra su hijo Bronnie en la NBA. Para lograr esto, necesita permanecer en la liga.