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Las cultura japonesa es reconocida a nivel mundial por su increíble orden y limpieza. El mito se confirmó una vez más después del triunfo de Japón 2-1 ante Alemania.

Al terminar el partido, los aficionados japoneses sacaron sus bolsas de plástico y recogieron cualquier basura que hubieran generado durante los 90 minutos de juego. El estadio quedó casi más limpio cuando se fueron que cuando llegaron.

El acto no se limita a los aficionados. También los jugadores dejaron los vestidores especialmente ordenados y limpios.

Como mencionaba al inicio, esta actitud no es nada nueva entre los japoneses. Aún así, cada vez que hay un evento internacional y se les ve recogiendo vuelve a ser admirable.

La admiración llegó también por parte de la FIFA. El organismo incluso emitió un especial agradecimiento en su cuenta de Twitter:

¡Qué gran gesto! Todos deberíamos de adoptar esta práctica.