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La pasión que genera la Copa Libertadores es difícil de describir si no se vive de primera mano. En Sudamérica el futbol es religión y cuando dos equipos tan grandes en sus países se enfrentan por una final continental, la expectativa aumenta.

Boca Juniors y Fluminense se preparan para enfrentarse este sábado 4 de noviembre por la tarde en una final inédita en la que los argentinos regresan después de cinco años de ausencia y para Fluminense, será apenas su segunda chance de alcanzar la gloria, misma que se le negó en 2008 cuando cayó en tanda de penales ante la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

El pueblo Xeneize está más ilusionado que nunca, pues consideran que en esta ocasión pueden alcanzar las siete estrellas continentales y empatar el registro del Independiente y por ello una verdadera multitud ya se desplaza desde Argentina hacia Río de Janeiro.

Y es que el duelo no puede ser más emotivo al disputarse en un estadio tan mítico como el Maracaná. Con Fluminense, un equipo local que además juega en esta plaza, el único grande en Brasil que no ha salido campeón de la Libertadores, y otro histórico como Boca Juniors, que será la primera vez que viva la experiencia de una final a duelo único decisivo.

El Estadio Maracaná será la sede de la final de Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors

El Estadio Maracaná será la sede de la final de Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors

Invasión Xeneize en Río

Hay muchas estimaciones del número de hinchas argentinos que arribarán a Río para el partido de este sábado, los números son apabullantes, donde el menor pronóstico es de unos 50 mil y el más abultado habla de hasta 150 mil bosteros que estarán presentes en la ciudad brasileña para un posible festejo.

Se espera la llegada de entre 50 mil y 100 mil hinchas argentinos a la final de Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors

Se espera la llegada de entre 50 mil y 100 mil hinchas argentinos a la final de Copa Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors.

Los problemas ya comenzaron desde este lunes que empezaron a arribar miles de fanáticos xeneizes, pues en la playa de Copacabana se registró un asalto masivo de torcedores de Fluminense a hinchas de Boca que vestían los tradicionales colores de su club. En redes sociales los brasileños presumieron el botín contando el dinero robado, los celulares y las banderas.

Las autoridades ya tomaron cartas en el asunto aunque se espera que la misma quede rebasada este sábado y están solicitando a los propios fanáticos que guarden la compostura, aunque, por supuesto, es un hecho difícil de pronosticar ya que incluso el propio embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, anticipó que habrá lío y advirtió a los argentinos sobre la policía brasileña quien suele tener tolerancia cero y no duda en usar gases lacrimógenos contra los aficionados problemáticos.

La Conmebol instaló un Fan Fest en la playa de Copacabana donde los seguidores sin boleto podrán vivir la final y el viernes en la previa habrá una fiesta donde se anticipan disturbios y problemas. Se estima que solo 25 mil hinchas de Boca puedan ingresar al recinto para el partido, por lo que la gran mayoría estará en las calles.

La torcida de Fluminense hizo un pasillo de fuego en las calles de Río de Janeiro, en la previa al duelo de semifinal ante Internacional

La torcida de Fluminense hizo un pasillo de fuego en las calles de Río de Janeiro, en la previa al duelo de semifinal ante Internacional 

Pero no solo las entradas es el problema que están enfrentando las autoridades brasileñas, pues la llegada masiva de jóvenes ha hecho que la capacidad hotelera esté llegando al máximo elevando las cifras de una ciudad muy turística como Río donde en las zonas de Copacabana y Leme ya están al 93 por ciento de su ocupación.

Muchos hinchas están eligiendo acampar de manera ilegal en la playa, por lo que la policía ya dispuso de espacios públicos como el Sambódromo en el centro de la ciudad para alojar a los argentinos sin boleto, sin hospedaje y que viajan con pocos recursos.

Las recomendaciones de autoridades y del propio equipo argentino a sus aficionados son directas, no cantos racistas, no insultos ni provocaciones, no consumir estupefacientes y viajar con seguro que incluya cobertura legal. Además si no se cuenta con entrada para el estadio, no acercarse a la zona y permanecer en las áreas dispuestas por las autoridades.

La fiesta del futbol en el Maracaná

Una verdadera fiesta se vivirá este sábado con dos equipos que llegaron a esta instancia liderando sus respectivos grupos y dejando en el camino a equipos importantes como Palmeiras e Internacional respectivamente.

Fluminense es de los equipos grandes de Brasil que nunca ha ganado la Libertadores

Fluminense es de los equipos grandes de Brasil que nunca ha ganado la Libertadores

Fluminense quiere la Copa Libertadores, sueño que se le ha negado a lo largo de la historia del torneo y de conseguirlo además, tendrá en sus filas a Marcelo, que se convertiría en el jugador número 15 en alcanzar la gloria con títulos de Copa Libertadores y UEFA Champions League.

Para Boca Juniors se trata de la final número 12 de Copa libertadores con un registro de seis títulos y cinco subcampeonatos. La última vez que el cuadro bostero llegó a la final fue en 2018 donde cayeron de manera muy dolorosa ante River Plate por lo que querrán quitarse la espinita ante Fluminense y conseguir su séptima estrella.

La final durará 90 minutos y en caso de empate se jugarán 30 minutos adicionales y de no definirse el ganador se irán a la tanda de penales donde Boca posee más experiencia al definir por esta vía sus campeonatos de 1977 ante Cruzeiro, 2000 ante Palmeiras y 2001 ante Cruz Azul.

El campeón además tendrá el premio de participar en el Mundial de Clubes de Arabia Saudita y enfrentará al vencedor del duelo entre Auckland City y el Al Ittihad de Benzemá o el Al Ahly el próximo 18 de diciembre en Yeda con miras a jugar ante el Manchester City en la final del torneo.

La hinchada de Boca Juniors quiere festejar la séptima estrella en patio ajeno

La hinchada de Boca Juniors quiere festejar la séptima estrella en patio ajeno